Un equipo dirigido por la NASA desarrollará un motor nuclear para llevar humanos a Marte

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Un motor nuclear para moverse por el espacio es un sueño que la NASA ha tenido desde hace mucho tiempo. En los años de máxima bonanza, a lomos del programa Apolo se llegó a construir un prototipo operativo. Finalmente, tras varios años de desarrollo, la falta de presupuesto cerró el proyecto. Ahora, en colaboración con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) se retoma la idea.

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El programa DRACO nació en la agencia militar como forma de transportar rápidamente y de forma más barata elementos en el entorno lunar y hasta la órbita terrestre. Mientras que cuando en enero de este año la agencia espacial se unió al programa, está anunció que lo hacía con las vistas puestas en llevar humanos hasta Marte. Hoy la noticia está en el hecho de que este programa ha adjudicado el diseño a las empresas Lockheed Martin y BWXT. La segunda se encarga de construir el reactor nuclear que emplea el motor y de proveer el uranio.

Este sería del tipo HALEU, un nuevo combustible para reactores de fisión con un sustancial aumento en el enriquecimiento. En los actuales se encuentra en un 5% que llegaría hasta el 20%. Esto permite mejorar la eficiencia, además se trata de combustible reciclado, es decir, en vez de ir a almacenamiento geológico profundo, se procesa y se vuelve a utilizar.

La masa de reacción (lo que es impulsado hacia atrás para generar impulso en un motor cohete) sería hidrógeno, según declaraciones de las empresas. Se aspira a que se pueda repostar la nave en algún momento para estudiar el comportamiento a largo plazo del experimento, aunque nunca tendrá una aplicación real.

No ha trascendido cuál es el coste total del proyecto. La NASA aporta 300 millones de dólares y DARPA otros 199. A lo cual se suma que cada una de las empresas pondrá dinero de su bolsillo en el desarrollo.

No han trascendido datos de empuje, pero sí que el impulso específico objetivo es de 700 segundos. Es lejos del límite teórico de 950 que permite esta tecnología. Aun así, es muy superior a los 465,5 que desarrolla un RL-10, lo máximo que actualmente permite la tecnología química. Lamentablemente, este salto no permitirá viajar a Marte en 45 días, como se publicó a principios de año.

Se espera la primera prueba en 2027 y su lanzamiento será encargado a un Vulcan de ULA si SpaceX no certifica para cargas nucleares sus cohetes.

Martín Morala Andrés