Una historia apasionante de los pioneros del espacio europeos

Esta semana, la ESA anunciará su nueva promoción de astronautas. Será la tercera vez en la historia de la agencia que se elige una nueva promoción de astronautas europeos. Para conmemorarlo, me he esforzado por echar un vistazo a los orígenes de los astronautas de la ESA, la selección de la primera promoción y el primero que voló al espacio.

Crédito: ESA-Olivier Pâques

Andrew Parsonson Periodista. Director de European Spaceflight

Los orígenes del programa de astronautas de la ESA son anteriores a la propia agencia. En agosto de 1973, la Organización Europea de Investigación Espacial, predecesora de la ESA, firmó un acuerdo con la NASA para fabricar un laboratorio científico que pudiera utilizarse a bordo de los vuelos del transbordador espacial. A cambio de suministrar el laboratorio, la NASA llevaría astronautas europeos a bordo de las misiones del transbordador como especialistas de carga útil, un rol de nombre, sin funciones, a bordo de una nave espacial.

Los especialistas de carga útil se centran principalmente en la propia carga, sin funciones en la nave. En el caso del Spacelab, esto incluía la realización de una serie de experimentos en el laboratorio mientras el transbordador orbitaba la Tierra. Una edición de mayo de 1978 del Boletín de la ESA describe la primera misión del Spacelab y sus dos especialistas de carga útil (uno estadounidense y otro europeo). Un total de 100 horas se dedicarían al Spacelab en esta primera misión, con los dos especialistas trabajando en turnos rotativos de 10 horas durante la misión de 10 días.

En 1975, cuando se formó la ESA, la agencia se hizo cargo del programa Spacelab.

Se buscan científicos con aptitudes normales

Para preparar el primer vuelo del Spacelab, la ESA inició la búsqueda de su primera promoción de astronautas el 28 de marzo de 1977. La agencia hizo hincapié en que buscaba científicos con una forma física normal y no astronautas demasiado entrenados, por lo que esta nueva generación se diferenciaba claramente de las anteriores. Los candidatos debían tener como máximo 47 años, entre 150 y 190 cm de estatura, gozar de buena salud, ser emocionalmente estables y tener una gran capacidad científico-ingeniera.

Más de 2.000 candidatos se presentaron para ser uno de los primeros ciudadanos europeos en viajar al espacio. Una vez recibidas las solicitudes, la ESA y cada uno de sus Estados miembros llevaron a cabo su propio procedimiento de selección, pudiendo cada uno de ellos escoger un máximo de cinco candidatos.

En septiembre de 1977, un total de 53 candidatos a astronauta fueron seleccionados para pasar a la siguiente fase del proceso de selección. Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Italia, los Países Bajos, Suiza y el Reino Unido eligieron a cinco candidatos para pasar a la siguiente fase. España escogió cuatro, Irlanda y Suecia dos, y Dinamarca sólo uno. La propia ESA seleccionó a cuatro aspirantes a astronauta por su cuenta.

Posteriormente, los candidatos se enfrentaron a una ronda de cuatro grupos que fueron definidos por expertos de los Estados miembros de la ESA. El primero abarcaba campos tecnológicos y eliminó a veintisiete candidatos. El segundo fue un panel científico que eliminó a catorce. A continuación, se realizaron pruebas médicas y fisiológicas que descartaron a uno más. Por último, el cuarto grupo estuvo a cargo de la junta del Spacelab, que recomendó cuatro aspirantes favoritos al entonces Director General de la ESA, Roy Gibson, del Reino Unido, para su aprobación.

Ulf Merbold, de Alemania, Wubbo Ockels, de los Países Bajos, Franco Malerbra, de Italia, y Claudie Nicollier, de Suiza, fueron presentados al público en una conferencia de prensa en París el 22 de diciembre de 1977.

Tras su selección, los cuatro finalistas fueron enviados al Centro Espacial Johnson de la NASA para someterse a una serie de pruebas que garantizaran su idoneidad para volar a bordo del transbordador espacial. Los cuatro candidatos fueron posteriormente certificados como aptos para el vuelo.

El 18 de mayo de 1978, Ulf Merbold, Wubbo Ockels y Claudie Nicollier se convirtieron en la primera promoción de astronautas de la ESA.

Sólo puede quedar uno

Tras la selección de la primera promoción de astronautas de la ESA en 1978, Ulf Merbold, Wubbo Ockels y Claude Nicollier empezaron a entrenarse para la primera misión Spacelab que se lanzaría en 1983.

En 1980, tras un periodo inicial de evaluación, Nicollier fue apartado de la candidatura para convertirse en el primer astronauta de la ESA en el espacio. No está del todo claro por qué se tomó esta decisión. Sin embargo, una vez eliminado de la contienda, Ockels y Merbold pasaron los dos años siguientes entrenando junto con sus homólogos de la NASA en el Centro de Vuelos Espaciales Marshall, el Centro Espacial Johnson y las instalaciones de SPICE en Europa.

En septiembre de 1982, Ulf Merbold fue seleccionado como especialista de misión de la ESA y Byron Lichtenberg como especialista de misión de la NASA para la STS-9. Durante una entrevista para el 116º Boletín de la ESA en 2003, Merbold explicó que este momento había sido agridulce para él.

Fue una sensación contradictoria: Wubbo y yo éramos amigos íntimos, habíamos trabajado juntos durante dos años en Huntsville, Alabama, y al final de la formación en el Marshall Spaceflight Center, sabíamos que sólo uno de nosotros podía ser el primero. Al final, los investigadores que trabajaban con el grupo tuvieron que escoger entre nosotros dos, y su decisión se decantó a mi favor. Por supuesto, me alegré, pero hubiera preferido tener la oportunidad de compartir la experiencia con él

Un lanzamiento para el recuerdo

El lanzamiento de la misión STS-9 estaba previsto inicialmente para finales de octubre de 1983. Sin embargo, problemas con la tobera del SRB obligaron a las autoridades a retrasar la fecha de lanzamiento. Por suerte, Merbold y la tripulación no tuvieron que esperar mucho.

El 28 de noviembre de 1983, Merbold se convirtió en el primer astronauta de la ESA en el espacio y el primer ciudadano europeo en volar a bordo del transbordador. Se sentó en la segunda cubierta del Columbia (donde viaja parte de la tripulación), junto a su colega Lichtenberg, especialista de misión.

La tripulación pasó algo más de diez días en el espacio. Se realizaron más de setenta experimentos a bordo del Spacelab en un entorno de microgravedad. En ellos se incluyeron diversos campos como la astronomía, la física solar, la física del plasma en el espacio, la observación de la Tierra, la ciencia de materiales y las ciencias de la salud.

La misión no estuvo exenta de contratiempos. Durante la reentrada, los problemas informáticos y una fuga de hidracina supusieron un riesgo importante para la seguridad de la tripulación. Afortunadamente, el transbordador aterrizó con exito el 8 de diciembre de 1983, concluyendo así una primera salida muy exitosa para el Spacelab.

De su experiencia en el STS-9, Merbold dijo lo siguiente «Los vuelos espaciales son intensamente emocionales, pero también son profundamente intelectuales». «Junto a todas las demás impresiones, las vistas son las que hacen de la vida de un astronauta una experiencia increíble. La Tierra es tremendamente bella».

Y su impresión del Spacelab: «Todos los que participaron en el primer vuelo del Spacelab pueden estar orgullosos de su trabajo. El Spacelab fue desarrollado y construido por la ESA como una plataforma que convertía al transbordador en un laboratorio científico, y ha funcionado a la perfección».

 

A pesar de no ser menos importante, especialmente en el contexto europeo, nunca se menciona a Merbold junto a Gagarin, Shepard y Armstrong. Siempre he pensado que eso es bastante triste.

¿Por qué enseñar a nuestros hijos sobre los astronautas de la NASA cuando podemos mostrarles un camino hacia el espacio aquí mismo, en nuestra propia puerta?

Merbold fue un científico antes que nada y un verdadero pionero de lo que sería el astronauta moderno. Hoy en día, los astronautas no se seleccionan a partir de un grupo de novatos de las Fuerzas Aéreas, sino de las mentes más brillantes del mundo.

Una nueva generación

El último proceso de selección para una nueva promoción de astronautas de la ESA se inició el 16 de febrero de 2021. En ese momento, la agencia señaló que tenía previsto reclutar entre cuatro y seis astronautas de carrera y, por primera vez en la historia de la agencia, un grupo de aproximadamente 20 astronautas de reserva.

Para optar a una plaza, los solicitantes debían ser ciudadanos de un Estado miembro de la ESA o de un Estado miembro asociado, tener un máster en ciencias naturales, medicina, ingeniería o matemáticas con al menos tres años de experiencia profesional y hablar inglés con fluidez. La agencia describió al candidato ideal como alguien capaz de trabajar bien en un equipo multicultural, pasar largos periodos de tiempo lejos de familiares y amigos, someterse a un intenso entrenamiento físico y mantener la calma bajo presión.

Se recibió la cifra récord de más de 22.000 solicitudes, lo que superó las expectativas de la agencia y obligó a la ESA a prolongar el proceso de selección durante varios meses. De las 22.523 solicitudes válidas, el mayor número procedía de Francia (7.087), seguida de Alemania (3.695) y el Reino Unido (2.000).

El grupo de solicitantes se redujo a 1.361 candidatos, que fueron convocados a la segunda fase del proceso de selección. Esta etapa finalizó en marzo. A continuación, se invitó a 400 candidatos a la tercera ronda, que concluyó en junio. Las cifras exactas de las dos últimas fases del proceso de selección aún no se han dado a conocer.

También hubo un elemento completamente nuevo en el proceso de selección para lo que la ESA llamó «parastronauta«. Este nuevo tipo de astronauta abriría oportunidades a los candidatos con discapacidades físicas. Según la ESA, 27 candidatos a parastronauta fueron invitados a la segunda fase. No está claro si alguno de los 27 sigue en la carrera.

Se espera que el anuncio de la tercera clase de astronautas de la ESA tenga lugar el miércoles 23 de noviembre de 2022 en el Grand Palais Éphémère de París.

Andrew Parsonson Periodista. Director de European Spaceflight