Descubren una señal de radio en el misterioso quiebre de la columna vertebral de la Vía Láctea

Vista completa de la Serpiente Cósmica G359.13 en el centro galáctico
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Una extraña ruptura en una de las estructuras más enigmáticas del centro de la Vía Láctea ha revelado una señal de radio nunca antes observada en ese contexto. El hallazgo, realizado con los telescopios de rayos X de Chandra y los radiotelescopios MeerKAT y Very Large Array, sugiere que un púlsar de alta velocidad habría impactado una gigantesca estructura galáctica conocida como la Serpiente Cósmica.

Fractura en la Serpiente Cósmica G359.13 causada por un púlsar
Imagen compuesta del filamento galáctico G359.13142-0.20005, conocido como la “Serpiente Cósmica”, con datos en rayos X (azul) del observatorio Chandra y en radio (gris) del radiotelescopio MeerKAT. El recuadro muestra el sitio de la fractura, donde un púlsar de alta velocidad, marcado con un círculo rojo, habría impactado la estructura

Un “hueso” galáctico atravesado por una estrella de neutrones

En el corazón de nuestra galaxia, los astrónomos han identificado estructuras alargadas que han sido apodadas como “huesos” de la Vía Láctea. Estas formaciones, técnicamente llamadas filamentos moleculares gigantes, se encuentran dentro de las nubes moleculares donde nacen estrellas de gran masa, y suelen alinearse con los brazos espirales de la galaxia. Son visibles en longitudes de onda de radio gracias a partículas cargadas que se mueven a lo largo de campos magnéticos.

Una de estas estructuras, denominada G359.13142-0.20005 o simplemente G359.13, ha captado la atención de los científicos por presentar una anomalía inusual: una fractura visible en su longitud de 230 años luz. La estructura, también conocida como la “Serpiente Cósmica”, es una de las más largas y brillantes detectadas en el centro galáctico, ubicado a unos 26,000 años luz de la Tierra.

Al analizar imágenes en rayos X y radio, los científicos descubrieron una fuente puntual justo en el lugar de la fractura. Los datos sugieren que se trata de un púlsar: una estrella de neutrones altamente magnetizada que gira rápidamente. Este objeto habría impactado la Serpiente Cósmica a una velocidad estimada de entre 1.6 y 3.2 millones de kilómetros por hora (aproximadamente 500–1,000 km/s), deformando su estructura magnética y alterando las señales de radio.

Púlsar brillante emitiendo rayos X en el centro de la Vía Láctea
Emisión intensa de rayos X observada por el Observatorio Chandra, correspondiente al púlsar ubicado en el punto de fractura del filamento G359.13, conocido como la Serpiente Cósmica.

Una colisión que dejó huella en el centro galáctico

El equipo investigador, liderado por Farhad Yusef-Zadeh de la Universidad Northwestern y otros colaboradores internacionales, observó dos quiebres en la Serpiente Cósmica, conocidos como quiebre mayor y menor. Estas distorsiones coinciden con zonas donde el filamento se desvía de su forma lineal habitual. La colisión habría producido emisión de rayos X intensa y un patrón de radiación que se explica por la aceleración de electrones y positrones (las antipartículas de los electrones) a velocidades relativistas.

Según el artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society en mayo de 2024, “la luminosidad en radio y el espectro empinado de la fuente compacta son consistentes con un púlsar. Además, se observa un aplanamiento del espectro y un aumento de la emisividad de sincrotrón, lo que sugiere inyección de partículas relativistas a lo largo de la estructura”.

Estas observaciones convierten a la Serpiente en un laboratorio natural excepcional para estudiar la interacción entre objetos compactos y el tejido magnético del medio interestelar.

“La fractura visible en G359.13 y la fuente de rayos X coinciden con el sitio donde un objeto veloz (muy probablemente un púlsar) impactó la estructura, distorsionando su campo magnético y generando emisiones energéticas únicas”, concluyen los autores.

El fenómeno se seguirá monitoreando con futuras observaciones, ya que entender cómo estas colisiones afectan la dinámica galáctica puede ofrecer nuevas pistas sobre la formación estelar y la evolución de la Vía Láctea.

astroaventura

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