Astrónomos descubren la colisión entre dos planetas decenas de veces más grandes que la Tierra

El estudio del universo se basa en su gran mayoría en observar, analizar y entender la luz que llega a la Tierra. Numerosos instrumentos y telescopios están constantemente vigilando el cosmos en búsqueda de sutiles cambios. Ese es el caso del ASAS-SN, cuyo objetivo es buscar supernovas. Sin embargo, permitió la detección de una nube de gas y polvo creada por la colisión de dos planetas en un sistema estelar distante.

Representación artística de la colisión entre la Tierra y Theia. Se cree que los restos del evento darían paso a la formación de la Luna.

Evolución planetaria

Aunque no es posible observar la formación y evolución del sistema solar, la gran variedad de sistemas estelares en distintas etapas ofrece una mejor imagen de los procesos tomando lugar. Uno de ellos es la colisión entre protoplanetas, produciendo un extenso remanente caliente de gas y polvo con un gran brillo en el infrarrojo.

Fotografía real de un disco protoplanetario, una extensa nube de gas y polvo que dará paso a planetas. Créditos: ALMA.

Las colisiones planetarias permiten un mejor flujo entre los diferentes materiales de un disco de polvo alrededor de una joven estrella. Permitiendo a grandes cantidades de masa fusionarse entre sí para dar paso a cuerpos de mayor tamaño. Conocer mejor el comportamiento del remanente puede ayudar a conocer mejor la historia del sistema solar y, por ejemplo, la formación de la Luna.

Observando de una colisión planetaria

Si bien se suele pensar en la ciencia como el resultado del trabajo de profesionales con varios años de estudios, cualquier persona involucrada o no en una carrera relacionada puede aportar a realizar descubrimientos. Por ejemplo, en la plataforma Zooniverse se encuentra el proyecto Disk Detective. Una iniciativa que invita a los llamados ciudadanos científicos a explorar imágenes reales de candidatos a discos planetarios y clasificarlas.

En 2021, el ASAS-SN observó una rápida disminución en el brillo de una estrella similar al Sol a 1800 años luz de la Tierra. Una colaboración entre astrónomos aficionados y profesionales permitieron comparar la luminosidad por otros telescopios en fechas anteriores.

Simulación computacional de la evolución de la colisión de dos cuerpos planetarios y la posterior formación de un objeto.

La estrella Asassn-21qj mostró un repentino e inesperado aumento de brillo en el infrarrojo dos años antes. Misma que logró estimar la temperatura del fenómeno en 1000 Kelvin. Combinando los datos de archivo con nuevas observaciones fue posible determinar que posiblemente se trata de una colisión entre dos planetas con masas del orden de decenas de veces la de la Tierra.

Compilación de la estrella Asassn-21qj a lo largo de varios años, mostrando el aumento de brillo y posterior disminución. Créditos: Dan Caselden, NASA.

Dada la energía del evento, el polvo expulsado fue ligeramente calentado tanto en el instante de la colisión como por la estrella en los meses posteriores. Aquel momento sería el causante del súbito aumento de brillo en infrarrojo. Posteriormente, el remanente se iría expandiendo hasta crear una extensa nube que eclipsaría la estrella por quinientos días.

Ciencia ciudadana

Este descubrimiento fue posible gracias a la ayuda de los científicos ciudadanos. Los cuales son cualquier persona que desee apoyar a explorar datos reales de telescopios y buscar anomalías. Zooniverse es una plataforma que facilita la interacción entre investigadores profesionales y cualquier interesado en aportar a alguno de las decenas de proyectos disponibles. Dejando su granito de arena para entender mejor el universo que nos rodea.

Francisco Andrés Forero Daza
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