El impresionante video reentrando a la Tierra a Mach 25 entre llamas y estruendos

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La industria aeroespacial avanza a pasos agigantados, y Varda Space Industries se posiciona a la vanguardia con el desarrollo de tecnologías de reentrada y pruebas hipersónicas. Sus cápsulas orbitales están diseñadas para evaluar entornos a Mach 25, permitiendo el desarrollo de materiales de protección térmica y otros subsistemas aeroespaciales clave.
El pasado 6 de marzo de 2025, Varda logró un importante hito con la reentrada exitosa de su cápsula W-2. Este logro marca un paso crucial hacia la normalización de la fabricación en el espacio y la reentrada controlada, alineándose con el objetivo de la empresa de tratar el entorno espacial como un lugar estándar para procesos industriales.
La cápsula W-2 fue lanzada en enero de 2025 a bordo de la misión Transporter-12 de SpaceX, llevando cargas útiles de la Air Force Research Laboratory (AFRL) y NASA. Su misión incluyó la demostración de fabricación en el espacio, sistemas hipersónicos y tecnologías de reentrada.
El 28 de febrero de 2025, la cápsula reingresó con éxito a la atmósfera terrestre y aterrizó en el Koonibba Test Range en Australia del Sur, operado por Southern Launch. Este evento marcó el primer aterrizaje de una nave espacial comercial en Australia, proporcionando datos críticos para la fabricación en el espacio y las tecnologías hipersónicas.
Uno de los mayores desafíos de la industria aeroespacial es la falta de pruebas hipersónicas en condiciones reales. Varda aborda esta brecha proporcionando un entorno de prueba auténtico para evaluar materiales y tecnologías a velocidades extremas. Este avance es fundamental a medida que el sector busca misiones espaciales más rápidas, frecuentes y rentables.
La serie W-Series de Varda, a la que pertenece W-2, está diseñada como una nave espacial autónoma capaz de producir materiales en microgravedad y devolverlos a la Tierra de manera segura. En particular, W-2 probó condiciones de reentrada hipersónica y avanzó en la fabricación farmacéutica en el espacio, transportando un reactor farmacéutico mejorado de Varda.
La cápsula W-2 utilizó un escudo térmico desarrollado en colaboración con NASA Ames Research Center, diseñado para soportar velocidades de reentrada de hasta Mach 25 (aproximadamente 30 000 km/h).
Peso y tamaño: Aunque no se han detallado dimensiones exactas, su predecesora W-1 pesaba aproximadamente 300 kg.
Cargas útiles:
Espectrómetro de AFRL: Recopiló datos sobre condiciones de reentrada hipersónica.
Reactor farmacéutico de Varda: Permitió la producción de medicamentos en microgravedad, basado en el éxito previo del crecimiento de cristales de ritonavir (Forma III) en W-1.
A medida que crece la actividad comercial en el espacio, la capacidad de realizar pruebas y procesos industriales en órbita se vuelve cada vez más relevante. Varda Space Industries lidera este cambio con soluciones que pueden transformar la manera en que se desarrollan y validan nuevas tecnologías aeroespaciales.
Primer aterrizaje comercial en Australia.
Cumplimiento de regulaciones internacionales, con aprobación de la FAA para reentrada bajo la licencia Part 450.
Expansión del W-Series: Varda busca aumentar la frecuencia de reentradas para mejorar la fabricación en microgravedad.
El futuro de la fabricación espacial está cada vez más cerca, y Varda Space Industries continúa innovando con el objetivo de convertir la órbita terrestre baja en un centro industrial sostenible.