Sin embargo, según apuntan diversos reportes, la buena noticia es que hay pocas posibilidades de que aterrice en un área habitada y lo más seguro es que caiga inofensivamente en el océano. No es la primera vez que ocurre algo similar con este mismo cohete. En mayo de 2020 cayó sobre el océano Atlántico (a la altura de Costa de Marfil), convirtiéndose en el objeto más grande de los últimos 30 años en realizar un reingreso incontrolado desde la órbita.