Cosmos-482: así es la sonda soviética olvidada que vuelve a la Tierra sin control tras más de 50 años

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Un fragmento de la carrera espacial que vuelve del pasado

Lanzada en plena Guerra Fría, el 31 de marzo de 1972, la misión soviética Cosmos-482 está a punto de reentrar en la atmósfera terrestre en mayo de 2025. Este acontecimiento marca el final de uno de los objetos espaciales más antiguos aún en órbita. El artefacto, que tenía como posible destino Venus, permaneció atrapado en la órbita terrestre por más de cinco décadas.

Su lanzamiento fue realizado desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, utilizando un cohete Molniya-8K78M. Se sospecha que esta misión era parte del ambicioso programa Venera, destinado a explorar el planeta Venus, aunque esto nunca fue confirmado oficialmente. A diferencia de Venera 8, lanzada con éxito cuatro días antes, Cosmos-482 sufrió una anomalía en el temporizador que impidió su salida hacia el planeta vecino.

Tras la separación del cohete, la carga útil se dividió en cuatro fragmentos. Algunos de estos cayeron sobre Nueva Zelanda tan solo tres días después del lanzamiento, el 3 de abril de 1972. A pesar de ello, una parte significativa del aparato, que pesa cerca de 500 kilogramos, continúa en órbita.

El propulsor de la etapa superior Blok-L antes de ser encapsulado. Crédito: Wikimedia Commons

Riesgos mínimos, pero un reingreso muy simbólico

Aunque la reentrada no será controlada, los expertos coinciden en que no representa un peligro significativo para la población. Para comparar, el satélite UARS de la NASA, que reentró en 2011, pesaba cerca de 5900 kilogramos, es decir, más de 10 veces el peso del Kosmos-482.

Una curiosidad inquietante es que el módulo de aterrizaje podría seguir unido a la etapa superior del cohete Blok-L, que originalmente debía impulsar la sonda hacia Venus. Este módulo fue diseñado para soportar el descenso a través de la densa atmósfera venusina, por lo que algunos expertos, como el analista Marco Langbroek, creen que podría sobrevivir al paso por la atmósfera terrestre. Sin embargo, esto depende de múltiples variables, entre ellas la trayectoria de reentrada, que será larga y poco pronunciada, y el estado del objeto tras tantos años en el espacio.

Actualmente, Cosmos-482 se encuentra en una órbita de 156 x 394 kilómetros, con una inclinación de 52 grados, completando una vuelta a la Tierra cada 90 minutos. Según Space-Track, el reingreso está previsto para alrededor del 10 de mayo, aunque las predicciones se irán afinando a medida que se acerque la fecha.

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Durante los días previos a la reentrada, el objeto podrá ser observado en el cielo al amanecer desde algunas partes del hemisferio norte. Plataformas como Heavens-Above ya muestran predicciones de visibilidad para los interesados en seguir este raro evento.

El video, grabado el 2 de diciembre de 2016 desde la prefectura de Hyogo, Japón, muestra la sonda COSMOS-482 desplazándose por el cielo nocturno. Captado con una cámara WATEC WAT-902H2 ULTIMATE y un lente Nikon 105mm f/1.8, el objeto aparece como un punto luminoso en movimiento, claramente visible contra el fondo oscuro. Su paso corresponde a una órbita baja elíptica de 203 x 2.679 km, con una inclinación de 52.1°.

El contexto: una órbita cada vez más congestionada

El regreso de Cosmos-482 ocurre en un momento crítico para la gestión del espacio. Con más de medio siglo de misiones espaciales, la órbita baja terrestre está repleta de satélites activos e inactivos. Desde el lanzamiento del Vanguard 1 en 1958 hasta las constelaciones actuales como Starlink, OneWeb, y el recién lanzado Proyecto Kuiper de Amazon, el espacio se ha vuelto un lugar cada vez más saturado.

Este fenómeno pone en evidencia la necesidad urgente de políticas internacionales más estrictas sobre basura espacial, un desafío que crece exponencialmente en 2025 con cada nueva misión.

 

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