A lo largo de la historia se han registrado miles de apariciones de cometas en el cielo. Muchos de ellos se muestran una sola vez antes de ser destruidos por el Sol o ser expulsados hacia las profundidades del sistema solar exterior para no regresar en más de un siglo. Sin embargo, uno de ellos ha acompañado a la humanidad por más de dos milenios, el Halley. El cual inició recientemente su viaje de 38 años para regresar a visitar el Sol.
Un visitante periódico
Se tienen numerosos registros de varias apariciones del cometa Halley. La más antigua de ellas data del año 249 A.C., encontrada en un documento chino. Sin embargo, fue clasificado en cada ocasión como un objeto diferente.
No sería hasta 1705, con la ley de la gravitación universal de Isaac Newton, Edmund Halley fue capaz de determinar la órbita y periodicidad de un cometa. Mientras en la mayoría de los casos se estimaba un regreso en cientos o miles de años, el Halley tarda poco más de setenta años.
Según la información de su órbita, se estima que a la 1:00 UTC del 9 de diciembre, el cometa Halley alcanzó su punto máximo a aproximadamente, 5260 millones de kilómetros del Sol. Ligeramente más lejos que Neptuno. Al cabo de un viaje de 38 años, se espera el perihelio del Halley para mediados del 2061.
Además, en su trayectoria recibirá una pequeña perturbación por la intensa gravedad de Júpiter. Esta asistencia gravitacional reducirá su periodo orbital de 76 a 74 años.