La compañía de minería espacial ispace ha intentado hoy a las 16:40 UTC, 23:40 hora de Tokio, aterrizar en la Luna. La carga, un pequeño rover construido por los Emiratos Árabes Unidos casi hace historia convirtiéndose en la primera misión privada en aterrizar en el satélite natural de la Tierra.
El lander Hakuto R se enmarca dentro de la estrategia de la empresa nipona de preparar tecnologías que permitan en un futuro la minería en el espacio.
Las valiosas cargas despegaron en diciembre de 2022 a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde Cabo Cañaveral. Tras llegar a la órbita lunar a finales de marzo de este mismo año, Hakuto R ha ido realizando pequeñas maniobras que lo acercasen a su destino final. Para descender a la Luna, la empresa decidió que el lander descendiera a una órbita circular de solamente 100 kilómetros de altura.
Desde ahí el lander inició el descenso final. Este comenzó mientras el lander estaba sin comunicaciones con la Tierra por estar sobrevolando la cara oculta de la Luna. Este es un problema muy habitual de cualquier misión lunar porque debido a la dinámica orbital, frenar en un lado de la órbita cambia tu altitud en el lado opuesto. Lo que se traduce como que nunca podrás comunicarte con tu nave en dos fases críticas, o bien en el aterrizaje o bien en el encendido de frenado.
Pese a que la misión oficial sea la que realizará una vez en superficie, como misión inaugural la parte más crucial de este vuelo es demostrar que es capaz de aterrizar.
Para ello, Hakuto R debe pasar de 6000 kilómetros por hora a 0, en quince minutos.
Para ello hay varias fases. La primera llamada fase de encendido de frenado lleva la nave de unos astronómicos 6000 km/h hasta unos manejables 300. Además, la altitud se reducirá a tan solo 3 kilómetros, en este punto quedaban dos minutos para el aterrizaje.
Sin embargo, ninguna nave puede sobrevivir a un impacto a esa velocidad contra la Luna. Por lo que la siguiente fase, llamada encendido de frenado y cabeceo hacia arriba, frenaba aún más esa velocidad, aun haciendo uso del motor principal de la nave. Al finalizarla, el aterrizador se encontraba volando a 120 kilómetros por hora, a tan solo 1 kilómetro de altura y ya apuntando hacia arriba para permitir el aterrizaje. Hasta este punto, la nave se encontraba paralela a la superficie lunar para reducir preferentemente la velocidad de avance horizontal, pero no la vertical.
Para la siguiente fase, llamada fase de descenso terminal, Hakuto R apagó su motor principal y quedó solo con los propulsores auxiliares. En esta fase crítica la nave sigue frenando y se prepara preparándose para aterrizar. La velocidad desciende a 17 kilómetros por hora y está sobrevolando la luna a tan solo 20 metros.
Lamentablemente, algún problema ha truncado la misión. Justo cuando la nave se encontraba a apenas 90 metros, la comunicación con la nave se perdió. Esto podría haber sido achacado a varias cuestiones, sobre todo al polvo levantado en el aterrizaje. Algo similar a lo vivido durante el lanzamiento de la Starship la semana pasada. Aunque en la Luna, eso se ve agravado por la falta de atmósfera y baja gravedad.
Aunque, podría haber sido por muchos motivos, pero según pasaban los minutos se hacía evidente que había acaecido algún problema. Finalmente, tras más de 20 minutos de espera, la empresa anunció que daban por perdida la misión con las siguientes palabras.
“Tenemos que asumir que no hemos logrado aterrizar. Pero seguiremos yendo. Nunca nos rendiremos”