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La Tierra recibe el impacto de la tormenta solar más fuerte en años

El Sol es un enorme reactor nuclear, capaz de consumir ingentes cantidades de hidrógeno por segundo para poder mantenerse en equilibrio y continuar iluminando los planetas que lo rodean. Este pasa por los llamados ciclos solares, fases de variación en la actividad de la estrella. Estos están principalmente relacionados con la proliferación de manchas, que pueden producir una tormenta solar. El 24 de marzo entre las 3 am y 6 am la Tierra fue alcanzada por una gran tormenta geomagnética como no veíamos hace 6 años.

Gráfica del índice-k medido entre el 22 y 25 de marzo. Este es un factor que busca cuantificar cuan afectado o alterado fue el campo magnético terrestre. Créditos: NOAA

Tormenta solar

Junto con las manchas solares se generan disrupciones en el campo magnético de la estrella. Este mismo altera el plasma eléctricamente cargado del cual está compuesto el Sol. En algunos casos estos generan grandes expulsiones de masa coronal; la capa más externa. Cuando las partículas interaccionan con el campo magnético terrestre provocan las llamadas tormentas geomagnéticas.

Aunque no supone un riesgo mayor para la vida en la Tierra, muchos sistemas eléctricos, satélites y sistemas de radio se ven afectados. El sistema de GPS, fundamental para muchos aviones y barcos, puede pasar por una cortina donde el servicio es nulo. También este fenómeno destaca por ser la causa de las visualmente atractivas auroras boreales y australes que pueden verse en las regiones más cercanas a los polos magnéticos.

Predicciones de observación de auroras boreales en el hemisferio norte. La región está señalada con la banda verde.

Categoría G4

Con el fin de clasificar las diferentes intensidades de tormentas geomagnéticas que puedan alcanzar la Tierra y, semejante a los sismos, facilitar la comprensión de amenaza y posibles riesgos se crearon unas categorías basadas en el llamado índice planetario K. A partir de las mediciones de magnetómetros en diferentes partes del mundo y en naves espaciales como DSCOVR, se crea un valor entre 0 y 9 que indica la intensidad del evento, luego se etiqueta en cinco niveles diferentes.

La categoría G4 se refiere a un índice K con un valor entre 8 y 9. Tal intensidad no se había observado desde hace 6 años. El 24 de marzo entre las 3 y las 6 am una tormenta solar paso desapercibida de los observatorios solares y alcanzo un valor medio de 7.67 de índice K, pero con un pico lo suficientemente alto para alcanzar la categoría G4, la segunda de mayor intensidad.

Pasó desapercibida al ser causada por las llamadas eyecciones de masa coronal sigilosas. Como su nombre indica estas son especialmente difíciles de detectar. Actualmente, se tienen diferentes sondas espaciales y observatorios solares dedicados específicamente a poder conocer mejor el Sol. Varios sistemas de alertas deberían permitirnos prepararnos contra una tormenta eléctrica que amenace fuertemente toda la red eléctrica del mundo.

La observación solar y del llamado clima espacial es fundamental, especialmente en los próximos años. Se espera el Sol alcance el pico o máximo del ciclo solar actual en julio de 2025. Ofreciendo una enorme oportunidad para comprender la fuente más importante de energía y pilar de la vida en la Tierra.

Esta entrada fue modificada por última vez en 24/03/2023 22:57

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Francisco Andrés Forero Daza

Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.