Para entender esta noticia, primero debemos conocer la estructura interna de nuestro planeta. La Tierra está formada por diferentes capas. En el centro se localiza el núcleo interno, una esfera sólida de hierro y níquel de 1220 km de radio. Se encuentra rodeada por una capa de 2260 km de espesor de composición similar, pero en estado fundido, el núcleo externo.
Los movimientos de convección en esta capa fluida, unidos a la rotación terrestre, generan el campo magnético que protege nuestro planeta de partículas que llegan del Sol y del espacio. Alrededor del núcleo encontramos el manto, de unos 2900 km de espesor y, sobre este, la corteza terrestre sobre la que vivimos, con tan solo 10 a 50 km de grosor.Lo primero que hay que dejar claro es que el núcleo no se ha parado.
La Tierra con todas sus capas está rotando de forma que tarda aproximadamente 24 horas en dar una vuelta completa. Hasta ahora se pensaba que el núcleo interno rotaba un poco más rápido que el manto y la corteza (a esto se le denomina superrotación), de forma que iba adelantándose en torno a una décima de grado cada año.
Según este nuevo estudio, el núcleo se habría frenado hasta alcanzar la misma velocidad de rotación que las capas más externas o incluso una velocidad ligeramente inferior. Estas diferencias de velocidades relativas son muy pequeñas.