La Progress MS-21 estaría en situación de emergencia y con la esclusa que la conecta a la Estación Espacial Internacional cerrada. Aparentemente, el problema sería una fuga en el sistema de refrigerante de la nave.
El problema, según la información actual es grave, Rusia podría perder sus dos naves con las que vuela a la EEI con regularidad
El lanzamiento de esta Progress MS-21 fue a finales del octubre pasado cuando despegó con 2,5 toneladas de carga y combustible. Su trayecto hasta la estación espacial internacional fue particularmente largo para lo habitual en los últimos vuelos rusos durando dos días.
La información oficial proveída por Roscosmos a algunos medios hablan únicamente de una despresurización. Sin detallar más, pero la información filtrada habla del mismo problema que habría sufrido la Soyuz MS-22.
Los problemas llegan inmediatamente después de los de esta nave que voló unas semanas antes
Y estos no han sido solucionados, si no que se tendrá que enviar de urgencia, y vacía, la Soyuz MS-23 para devolver a la tripulación de la anterior a la Tierra. Esa tripulación estaba a la espera del lanzamiento de esta nueva nave que debería producirse el 20 de febrero, el cual es probable que se retrase dadas las circunstancias actuales. Otra posibilidad pasa por un lanzamiento express y un acoplamiento de alta velocidad. En este punto son especialistas los rusos teniendo el récord en un acoplamiento en apenas 3 horas con una Soyuz tripulada. Y un regreso inmediato de la tripulación de la MS-22 a bordo de la MS-23.
La causa oficial de la pérdida de presión en el sistema de refrigerante de la Soyuz MS-22 sigue siendo el impacto de un micrometeorito o similar. En definitiva, un problema externo. Si se confirma que el problema en la Progress es el mismo que el que se produjo en la Soyuz, las informaciones oficiales sobre el incidente ofrecidas por la agencia espacial rusa habrían sido, cuanto menos tendenciosas y muy probablemente falsas. La ubicación de la nave de carga es cierto que la hace susceptible a impactos de este tipo.
Pero que un problema idéntico se suceda en pocos meses por la misma causa externa, cuando no hay precedentes en veinte años de operación de la estación, es muy extraño.
El verdadero origen del problema podría hallarse en las sanciones impuestas a los sistemas de doble uso. Este tipo de sanciones que ya afectaron al programa espacial ruso tras los sucesos del Donbass y Crimea en 2014. Pero las mucho más agresivas y extensas impuestas el año pasado tras la invasión total de Ucrania pueden suponer un antes y un después.
Actualización: El director ejecutivo de Roscosmos ha confirmado para la agencia TASS que es un problema con el sistema de control térmico. «Según mi información, indirectamente, por teléfono, este es un sistema de control térmico, pero aún no hay certeza».