El volcán de Mauna Loa se encuentra a pocos kilómetros del de Kilauea, que en 2018 sufrió una erupción que destruyó más de 700 hogares, obligando a varios residentes a desplazarse.
Ahora, el mayor volcán activo del mundo, que no entraba en erupción desde 1984, además de activar los servicios de protección civil, ha despertado el interés de los científicos para estudiarlo y descubrir nuevos datos.