Se llegó a estudiar emplear la cápsula Dragon de SpaceX para volar hasta la Luna y volver de forma exprés. Finalmente, esa propuesta no llegó a estar ni siquiera cerca de la plataforma de lanzamiento, pero en viajes a la órbita baja, la nave ha tenido gran éxito. Esta es ya la quinta misión privada que realiza en apenas cuatro años y con al menos otras cuatro confirmadas para los próximos dos.
El Dragon se alza más alto que nunca
La Crew Dragon se enfrenta a un reto novedoso en tiempos recientes. En las últimas seis décadas, el vuelo espacial tripulado se había constreñido a las cotas más bajas de la órbita baja. La concentración de misiones a estaciones espaciales, que el transbordador espacial fuera incapaz de alcanzar órbitas de gran altitud y la falta de incentivos para tal destino son varias causas. Pero ahora es una misión privada, Polaris Dawn, con un claro incentivo en recibir titulares los que aspiran a alcanzar un apogeo de unos 700 kilómetros sobre la Tierra. Esto es casi el doble de la altura a la que se encuentra la Estación Espacial Internacional.
Unas vistas de altura
La altura de esta misión, no ha sido vista desde los tiempos de la misión Gemini 11 que alcanzó los 1200 kilómetros en su máxima altitud. Aquella misión, de entrenamiento previo a las misiones Apollo se desarrolló en septiembre de 1966.
Ahora, igual que en aquella vez, se realizará también una excursión extravehicular, para lo cual SpaceX ha modificado ampliamente sus trajes. Por otro lado, es muy reseñable la aparición de los cordones umbilicales, que en los últimos tiempos habían quedado reducido a solo cuerdas. Sin embargo, los de Hawthorne han obviado el camino, más difícil, de hacer una mochila con los suministros requeridos para operaciones fuera de la nave. Y se regresa a un diseño más tradicional de suministrar oxígeno y comunicaciones mediante un cable físicamente unido al interior de la Crew Dragon. Aunque la modernidad está presente mediante un sistema de HUD que expone la información en el visor del casco mientras dura el paseo espacial.
La misión está promovida y financiada por el multimillonario Jared Isaacman que actúa como comandante en su segunda misión espacial, después de Inspiration4. La cual realizó hace 3 años con objetivos similares en la misma nave, aunque la tripulación ha sido renovada.