Sin embargo de todos los satélites espía estadounidenses estos son de los mejor conocidos. Esto en parte es por el telescopio espacial Hubble. Del que existe numerosa evidencia indirecta de que se trata de un diseño muy similar al KH-11. Estaría basado en la primera generación de este.
Se sabe por ejemplo que la resolución que pueden alcanzar estos telescopios espaciales que apuntan en la dirección equivocada es de 10 centímetros por pixel o incluso inferior.
Esto es inferido por las escasas imágenes hechas públicas de un KH-11. Por el tamaño del espejo, 2,4 metros de diámetro. Y por la altitud orbital. Esta es variable y aunque no es oficialmente publica, no aparece en las bases de datos de satélites. Es pública gracias a fuentes abiertas que los localizan y luego divulgan la información. Suelen tener una altitud orbital mínima de 250 kilómetros y una máxima de unos 1000. Esto se hace para compensar también el frenado atmosférico que sufre un objeto a solo 250 kilómetros de altura.
En base a esos datos datos sabemos que la resolución máxima teórica es de 6cm por pixel. Con esa resolución se puede leer la matrícula de un coche. Y posiblemente identificar caras, aunque esto es más dudoso. Seguramente hiciera falta algún tipo de software de reescalado bastante potente que podría arrojar numerosos fallos.