Boeing: Starliner despega por primera vez con astronautas a bordo
05/06/2024 Martín Morala AndrésEn un importante paso adelante en el renacido programa espacial tripulado estadounidense la Starliner de Boeing ha alzado el vuelo con astronautas a bordo por primera vez. Después de dos pruebas no tripuladas salpicadas de errores, incluso potencialmente letales en la primera se necesitaron varios años para poner a punto la nave. Esta cápsula tripulada no es la primera diseñada por Boeing, pero nunca lo habían hecho sin la supervisión directa de algún organismo público estadounidense.
Un lanzamiento histórico, la Starliner regresa a los orígenes
Si bien hace muy poco que la familia Delta se retiró por completo, hoy llega un momento histórico a otra leyenda del programa espacial. Los cohetes Atlas no habían lanzado un astronauta a órbita baja terrestre desde Gordon Cooper en 1963. La familia hoy protagonista fue el segundo lanzador empleado en el programa Mercury que llevó a las estrellas por primera vez a los Estados Unidos.
Derivados del primer misil balístico intercontinental (ICBM), difieren notablemente de los actuales en su uso de propergoles líquidos. Esta característica, tan útil en los lanzadores espaciales era muy negativa en su uso militar. Además, la complejidad de este tipo de combustible se añadía que debido a su construcción, el cohete colapsaría sobre sí mismo si no estaba permanentemente presurizado. Desde la perspectiva del tiempo parece imposible que se equipara a estos lanzadores con ojivas nucleares.
El actual Atlas V no podría ser más diferente, especialmente debido a su propulsión. Además de no disponer de los inconfundibles motores Vernier, el RD-180 que propulsa su primera etapa tiene origen y fabricación en Rusia. La historia tiene curiosos giros y la caída del telón de acero y la apertura económica promovida en al década de 1990 llevó numerosa tecnología soviética de propulsión a su antiguo enemigo.
Un Atlas especial
La designación de los ya veteranos Atlas V tiene tres números. En orden hacen referencia al tamaño de la cofia, el número de cohetes aceleradores de combustible sólido, y al de motores RL-10 en la segunda etapa. En este caso el modelo lanzado será N22.
La N hace referencia a que la Starliner no usa cofia, aunque si porta un faldón aerodinámico, por otro lado, también es la única carga que emplea dos motores RL-10. Ambos acelerarán la cápsula hasta ponerla en órbita, pero después la Starliner se moverá por sus propios medios hasta llegar a la Estación Espacial Internacional. Es importante prestar atención a los motores de maniobra de la nave pues han presentado problemas en casi todas las pruebas. Aunque no siempre han sido mecánicos, si no a veces de software, otro endémico problema en Boeing.
Los incesantes problemas
Sin habernos detenido en ellos ya se mencionaron los problemas que presentó en misiones anteriores de la Starliner. Por ejemplo cuando un código muy mal programado casi estrella el módulo de servicio contra la sección presurizada de la nave, o cuando en reiteradas pruebas no se abrieron los paracaídas. También inolvidable cuando se descubrió que la cápsula estaba repleta de materiales inflamables.
Con la especial ofensa que supone que sea en un encargo para la NASA dada su aversión al fuego provocada por el desastre del Apollo 1
Pero ni los cuatro años y medio transcurridos desde el primer vuelo al espacio de la Starliner han servido para dejarla en un estado impecable antes de su primer despegue con tripulación. Con todo listo y apunto el día 6 de mayo. Los astronautas se vieron obligados a abandonar el cohete sin acercarse siquiera al momento del lanzamiento por problemas en el lanzador. Viendo que erra imposible la reparación en la propia plataforma de lanzamiento, se recondujo el conjunto al edifico de integración vertical. Allí se encontró una fuga de helio en la cápsula. Tras numerosos retrasos e inspecciones, finalmente la decisión ha sido lanzar la nave pese a ese problema. Según palabras de funcionarios de la NASA: «Podemos manejar una fuga 100 veces peor así que concluimos que lo más inteligente era volar la misión, que podríamos hacerlo de forma segura».
La misión
A bordo para este lanzamiento de prueba irán dos astronautas. Pasarán 6 días, que podrían extenderse, acoplados a la Estación Espacial Internacional. Antes de acercarse está previsto que duerman en la nave y realicen algunas pruebas de su correcto funcionamiento. Si surgiera algún problema el atraque podría llegar a no producirse como sucedió en la fatídica OFT-1 de 2019.
El comandante de la misión es Barry Eugene Wilmore, en su tercer vuelo al espacio, todos con destino al laboratorio orbital. Curiosamente solo ha participado en una expedición, ya que tanto esta visita como su primer vuelo con el transbordador espacial STS-129 fueron de corta duración
Sunita Williams, ejerce hoy de piloto en el que es también su tercer vuelo. Igual que el comandante tiene experiencia en el Transbordador Espacial, en la cápsula Soyuz y en la Estación Espacial Internacional.
Ninguno de los dos estaba previsto originalmente para este vuelo, pero los más de cinco años de retraso hasta este día obligaron a reconfigurar el calendario de vuelos de la NASA. A partir de ahora, esta nave cumplirá seis misiones rutinarias en el marco del contrato Commercial Crew Program. Después de eso podría haber nuevos invitados a lo que de momento es una fiesta de dos entre SpaceX con su Crew Dragon y Boeing con la Starliner.