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La Casa Blanca, sede del poder en Estados Unidos comunicó hace unos minutos una muy esperada decisión. ¿Qué nacionalidad tendría el primer astronauta no estadounidense en la Luna?
La carrera estaba llena de diplomacia, dinero, y mercantilismo. ¿Quién está dispuesto a pagar el viaje a la Luna y el aterrizaje? Lo cual es fácil de valorar en el entorno de los 600 millones de dólares, por ser el segundo.
Además, había más en juego, ¿quién está dispuesto a colaborar más allá de esta misión de aterrizaje? La estación espacial Gateway no se construirá sola, y aunque ya hay muchos socios construyendo partes, hay que mantenerla. En la Estación Espacial Internacional, el mayor peso, con muchísima diferencia, lo lleva la NASA, y se espera que se repita en la Luna. Pero, desde Estados Unidos, quieren que el resto de socios colaboren más económicamente, además de seguir aportando módulos con los que hacer ciencia.
Por supuesto, es necesario un cuerpo de astronautas bien entrenado y con experiencia de vuelo acumulada. Pero, este es un requisito que sobradamente cumplen tanto Japón, como Canadá, como Europa.
A Canadá ya se le había dado el éxito de ser el segundo país en enviar a un astronauta a la Luna, pero ya se dijo en su momento, que no aterrizaría. Por tanto, ese logro para cualquier programa espacial, seguía abierto, y con más posibilidades para la JAXA japonesa y la ESA europea.
Finalmente y como adelantaba el titular y el principio del artículo, Japón, y su agencia espacial, la JAXA han sido elegidas para volar a la superficie lunar con el primer astronauta no estadounidense. Aún no hay demasiados detalles de la noticia, aunque probablemente el alunizaje se situé en la misión Artemisa IV. La misión está actualmente prevista para 2028, pero es más que posible un retraso hasta 2029 o 2030, sin ser descartable que vaya más allá.
En el acuerdo también ha entrado que será Japón quien construya un rover presurizado para que los astronautas se muevan por la Luna. Aunque este llegará mucho tiempo después, en la segunda mitad de la próxima década o en la siguiente. Este vehículo lleva años en desarrollo por parte de la famosa empresa de automóviles Toyota y la JAXA. Será una suerte de base móvil que permitirá alejarse del lugar del aterrizaje, pero sin necesidad de estar dentro de los trajes espaciales.
La noticia supone un duro varapalo al programa espacial tripulado de Europa. Es un claro ninguneo a la ESA, sin la cual el programa espacial Artemisa es imposible. De hecho, resulta incomprensible que alguien haya ofrecido mejor trato que el que puede ofrecer la agencia espacial basada en París.
Actualmente, no hay ninguna obligación contractual para que se construyan módulos de servicio europeos (ESM) para la nave Orion. Este suministro podría terminar en Artemisa V, a final de década, y transformar el Know-How de fabricar buena parte de las cuestiones más complicadas de una nave espacial en una nueva. Podría además, ser enteramente europea, como se ha aspirado más veces en el Viejo Continente. Sin esos módulos construidos en Europa por la empresa Airbus (entre otras muchas), la NASA debería cancelar el programa lunar actual, o al menos, sufriría un bloqueo de varios años.
Además de aumentar notablemente la ya abultada factura de la nave Orion, que actualmente ha costado ya más de 60 mil millones de dólares en casi 20 años desde su primer diseño.
Queda por esclarecer cuándo y cómo viajará el primer astronauta europeo a la Luna. Además de esclarecer si será un vuelo a la órbita, o si aterrizará. En cualquier caso, debería ser antes que otros países que están interesados en enviar a sus nacionales al satélite natural de la Tierra. Entre ellos se encuentran, entre otros, y como líderes de ese grupo de otros, Emiratos Árabes Unidos, y Corea del Sur.
Además, para que Japón sea el segundo estado en llegar a la Luna, se debe tener en cuenta que China tiene pensado su propio programa. Este aspira a un primer alunizaje en 2030, y no están contemplados importantes retrasos como en el caso estadounidense.