La jornada del jueves concluyó de la forma más satisfactoria posible para SpaceX. No solo se cumplió el objetivo principal de que la Starship lograse sobrevivir a la reentrada a lo que se sumó lograr un amerizaje suave. También la primera etapa del cohete logró realizar un descenso controlado frente a la costa de Texas en el Golfo de México. Este acontecimiento permitió la grabación de un espectacular vídeo de la etapa Super Heavy de la Starship aterrizando.
Un amerizaje que abre las puertas de la reutilización
El objetivo real de la Starship es superar cuanto antes esta fase de pruebas para poder lanzar carga. Ser reutilizada al 100% podría hacer más barato este lanzador que el ya legendario Falcon 9. Y no se debe perder de vista que la actual gama de cohetes de SpaceX es la más barata del mundo, con distancia al resto. Ni siquiera los cohetes chinos o indios son capaces de acercarse a los estadounidenses.
Aunque el plan de reutilización del Super Heavy es bastante extremo, no solo debe volver hacia la zona del lanzamiento. Si no que su masivo tamaño hace complicado o incluso imposible su transporte, por lo que debe aterrizar exactamente en la plataforma de despegue. En la torre de servicio hay instalados unos palillos que interceptaran la etapa en su descenso, considerablemente frenado ya. Aquí entran en juego también las rejillas aerodinámicas que posee esta etapa pues es el punto por el que sujetará el resto de la etapa.
A priori podría parecer que este logro no es más que una pequeña evolución respecto al Falcon 9. La primera etapa de este lleva logrando aterrizajes perfectamente controlados con un récord casi igual al de sus lanzamientos varios años ya.
Pero el Falcon 9 Block 5, la última iteración en uso y la más grande, mide 70 metros de alto en total, igual que la etapa Super Heavy. Sin embargo, su primera etapa, que es la única recuperable se queda en 47 metros incluyendo el interstage que cubre el motor de la segunda. Ya en altura podemos observar que la escala es sustancialmente mayor. Pero como se olvida habitualmente al hablar de la escala de este cohete, lo importante es el diámetro, 9 metros del Super Heavy, mientras que se queda en 3,7 para el Falcon.
Esta métrica es muy importante a la hora de hablar de otro problema al aterrizar, masa. Es más fácil frenar cuanto más ligero se es porque aumenta el ratio empuje/peso.
Pero esta decisión se hizo a costa de sacrificar ligeramente en la masa en seco del cohete. Así donde el Falcon 9 pesa 40 toneladas, el Super Heavy se dispara hasta las 200.
En resumen, SpaceX ha conseguido amerizar el equivalente en altura a un edificio de 24 plantas y en masa a 25 elefantes adultos. Pero no para porque el siguiente reto es lograr capturarlo en el aire con unos palillos anclados a la torre de lanzamiento.