El motor aerospike de Pangea, llamado Arcos, está fabricado con impresión 3D en una aleación de cobre por la empresa Aenium. Incrementa la rentabilidad un 50% en cada lanzamiento con un 15% más de eficiencia en el consumo de propelentes y se puede reutilizar al menos diez veces. Está propulsado por bio metano y oxígeno líquido, lo que reduce en un 40% las emisiones respecto a un motor más convencional de queroseno y oxígeno líquido.
Esta primera venta viene a reafirmar el interés de Pangea de convertirse en expertos en propulsión, dejando a otras empresas el resto del cohete. Vienen respaldados por instituciones de prestigio como la Agencia Espacial Europea (ESA) o la agencia espacial francesa (CNES). Los cuales han afirmado que será una tecnología clave para la próxima década.
El cohete en el que será empleado aún no tiene nombre, pero está bajo desarrollo de la empresa Tehiru. Está desarrollándose bajo el principio de cohete aéreamente lanzado y tendrá una capacidad de 550 kilogramos a órbita baja terrestre. Posteriormente, será recuperado mediante un sistema eléctrico que está en desarrollo. Esto, unido a la capacidad de ser reusado al menos 10 veces del ARCOS lo convertirá en una seria amenaza al resto del mercado de pequeños lanzadores.
El acuerdo ha sido posible gracias a la flexibilidad que otorga su base en España para la empresa Pangea Aerospace que no se ve regulada por el ITAR. Esta legislación internacional diseñada para evitar el traspaso de tecnología de misiles de unos países a otros se usó anteriormente para bloquear acuerdos similares.
El acuerdo fue firmado por Adrià Argemí, CEO de Pangea Aerospace, y Aaron Prat, CEO de Tehiru, y formaliza la colaboración entre las dos empresas. Un paso que los españoles consideran clave y que demuestra la viabilidad del modelo de negocio de la empresa.
Adrià Argemí, CEO de Pangea Aerospace, comentó que “promovemos la especialización en la cadena de valor de la industria aeroespacial, en vez de la concentración. Esto permite reducir enormemente los costes, ser más competitivos e innovadores. Esta colaboración demuestra la viabilidad del motor aerospike y el liderazgo en el desarrollo de sistemas de propulsión sostenibles para el futuro de la industria espacial”.
Por otro lado, Aaron Prat, CEO de Tehiru, puso énfasis en los beneficios de colaborar con empresas especializadas para reducir los costes y tiempo de fabricación. A la vez que aumentar la competitividad y garantizar una comercialización más rápida. “Al externalizar el desarrollo del sistema de propulsión, podemos concentrar nuestros recursos en el desarrollo del lanzador, lo que resulta en un progreso más rápido para ambas empresas”.
Son semanas intensas para Pangea Aerospace los cuales hace una semana recibieron la aprobación de su candidatura al cohete lanzador de pequeños satélites. Este contrato pretende dotar a España de su propio cohete con una capacidad de unos 800 kilogramos a órbita baja.
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