Quién fabrica los cohetes espaciales: spoiler, no es la NASA

No es una pregunta muy habitual, pero me he dado cuenta de que mucha gente no sabe quién fabrica los cohetes realmente.

Hay casos sencillos, en la industria privada mayormente son las empresas quienes los fabrican. Aunque con excepciones. Y sobre todo, no todas las empresas fabrican su cohete por completo.

Una primera etapa de un Falcon 9 en el hangar esperando a su próximo vuelo. Fuente: SpaceX

Los fabricantes estadounidenses

Empezamos por un caso sencillo: SpaceX. Nos sirve como un buen representante de la industria. Esto por varios motivos, para empezar es el modelo a seguir de todas las nuevas empresas que surgen. Aunque con honrosas excepciones.

SpaceX se estudia en economía como un ejemplo de empresa integrada verticalmente. Esto es, una empresa que fabrica todo lo posible de cuanto necesita internamente. Para luego, además, esto lo lleva preferiblemente hasta el cliente final. En el caso de SpaceX idealmente fabricarían sus satélites Starlink con distintos kits. Estos serían adquiridos por otras empresas y universidades que los emplearían para distintos propósitos. Incluso en un caso extremo vender directamente las imágenes o datos que estas quisieran.

Sin embargo, el bus satélite starlink no ha tenido buena acogida en la industria de satélites así que este futuro sería raro que se materializará algún día.

El principio es el mismo en sus cohetes. Desde la base de los motores Merlín hasta los dispensadores de satélites. Casi todo lo que usa SpaceX está fabricado por ellos mismos.

Aparte de SpaceX, otras empresas que caen en este grupo de empresas integradas verticalmente son:

Blue Origin, Rocket Lab y la mayor parte de empresas del New space, tanto estadounidense como europeo.

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Imagen de la primera etapa de un Vulcan de ULA con un motor BE4 ya acoplado y otro más transportándose en primer plano. Fuente: Tory Bruno/ULA

Pero sin salir de Estados Unidos tenemos más ejemplos de formas de funcionar de una empresa que construye cohetes. United Launch Alliance fabrica cohetes, pero compra muchas piezas fuera.

Resalto el caso de ULA por encima del de otra empresa en que es aún más llamativo como Northrop Grumman. Directamente subcontrata etapas completas de su vehículo Antares a otras empresas como Firefly Aerospace. Por el sencillo hecho de que mientras que Northrop contempla como una parte pequeña de su negocio a los lanzadores, la primera es a lo único a lo que se dedica.

Bien, pues en ULA se compran muchos componentes críticos fuera. Claramente, el que más salta a la vista son los motores.

La pieza clave de todo cohete es suministrado por otra empresa. Aquí empieza a aparecer la figura del especialista, un agente externo. Este, es capaz de hacer algo mejor que tú y por un coste competitivo, eso desincentiva a una empresa a crear sus propios equipos. ¿Por qué voy a gastar mi dinero y mi tiempo en diseñar y fabricar una pieza que sé que está otra empresa hace mejor que yo? Además, a corto plazo me saldrá más barato que construir mi propio motor cohete cuyo coste de desarrollo es altísimo.

Así que decidieron echar mano de los novísimos motores BE4 que proporcionaría Blue Origin. Este caso fue muy sonado porque un recién llegado logró desplazar a uno de los especialistas más asentados del mundillo de la propulsión, Aerojet Rocketdyne.

Pero luego tenemos un último caso de operador de cohetes, la NASA. La agencia estadounidense diseña y opera cohetes. Pero no tienen la capacidad de fabricarlos.

Es algo curioso, pero el mayor exponente del vuelo espacial es incapaz de construir ningún tipo de cohete. 

El SLS se fabrica en estos momentos entre Boeing, Northrop Grumman y United Launch Alliance. Siendo la primera la encargada de la etapa central. La segunda, la encargada de los cohetes de combustible sólido. Mientras que la última fabrica la ICPS, la etapa superior interina. A futuro esta etapa será encargada a Boeing también.

Sin embargo, se trata de un cohete de la NASA, paradojas de la agencia estadounidense. Aunque no es la única agencia que opera así.

El caos de la ESA

En Europa somos famosos por una burocracia extensa y enrevesada. De hecho, en esta web se han dedicado artículos completos a explicar como el viejo continente explora el cosmos. Y claro, no iba a ser menos la forma en que se desarrollan y lanzan los cohetes.

A priori se trata de una empresa privada, Arianespace, la que se encarga de todo. Sin embargo, una simple infografía desata el caos respecto a las decenas de proveedores de sistemas primarios que emplean los cohetes europeos.

Imagen de la ESA que muestra la enorme cantidad de empresas involucradas en la fabricación del cohete Vega C.

El motivo detrás de esto son los intereses económicos, políticos e industriales que gobiernan a la ESA. Debido a la estructura multinacional, cada uno de los países que aportan dinero público quiere que se le devuelva su trozo del pastel. Bien sea mediante astronautas (más raro y complejo), realizando misiones con más interés para el país o mediante retornos industriales. Esto es, fabricando parte de los cohetes, satélites y sondas de la ESA.

En realidad suele ser una combinación de la segunda y tercera opción, pero todo suma.

Además, que la primacía de Arianespace no es tal. Para empezar porque esta es un consorcio, pero para seguir porque tiene una bicefalia con Avio, que es la principal encargada del Vega. Pero luego es Arianegroup (empresa matriz de Arianespace) la que sí que opera los lanzamientos y los comercializa.  

India, de lo público a lo privado y vuelta

En la India existe un caso similar al de la NASA, aunque con diferencias. Originalmente el ISRO sí que empleaba su propia mano de obra para construir sus cohetes. Sin embargo, este ha dado paso a lo largo de los años a una producción en manos privadas

Así que ahora el ISRO diseña los cohetes, y varias empresas se ofertan para fabricar una cantidad de ellos que varía en función del contrato. Este se adjudica a la empresa que más barato lo construya. Una vez construido, este vuelve a manos del gobierno indio, a una agencia llamada NSIL. Esta es la encargada de comercializar los cohetes que una vez vendidos vuelven al ISRO que es el encargado de lanzarlos.

Esto está teniendo bastante éxito a la hora de crear una industria aeroespacial en la India. Hasta el punto que en unos pocos años los cohetes del estado tendrán una dura competencia por parte de start ups privadas.

Fuente: ISRO

En resumen, no hay una sola respuesta a quien fabrica cohetes. Muchas empresas alrededor se encargan de ciertas partes, muchas agencias espaciales no construyen sus cohetes, pero si los diseñan. Al final, debido a lo joven que es la industria del cohete, es pronto para saber que será lo mejor.

Lo que está claro es que cuantos más cohetes construidos, más visitaremos el cosmos.

Martín Morala Andrés