Rocket Lab plantea construir una cápsula tripulada: esto es lo que sabemos

La semana pasada se celebró la conferencia trimestral de resultados a los accionistas de Rocket Lab. Por sorpresa en ella han lanzado un concepto de como podría ser su propia cápsula espacial tripulada.

Imagen de la cápsula mostrada. Fuente: Rocket Lab

Rocket Lab fue la segunda empresa del «New Space» después de SpaceX en llegar a órbita. Esto sucedió  en 2018 desde entonces han lanzado más de cien satélites de forma exitosa. Entre ellos se incluye la misión CAPSTONE a la Luna y dos satélites que emplean el bus Photon creado por la propia empresa. Un bus es una plataforma modular de satélites. Este proporciona por lo general, propulsión, comunicaciones y electricidad para alojar los instrumentos del consumidor.

Además, desde su salida a bolsa han adquirido numerosas empresas de componentes para naves espaciales. Más de 1500 satélites tienen piezas que han sido fabricadas por Rocket Lab o sus subsidiarias. Además de muchas otras piezas como la cápsula Orion de la NASA.

El año pasado anunciaron además su intención de desarrollar un cohete lanzador más pesado, después del pequeño Electrón llegaba el Neutrón.

Imagen del Neutron de la misma presentación.

Este cohete del que ayer se anunciaron más detalles es la base para este estudio de cápsula espacial tripulada

Esta cápsula tripulada nacería al amparo de un hipotético futuro programa de la NASA. En este supuesto nuevo contrato la NASA buscaría cápsulas para volar a la EEI o a las nuevas estaciones espaciales privadas.

La competencia sería brutal. Por un lado participarían SpaceX y Boeing, ganadores del programa para las naves a la estación espacial internacional. Y ambos con sus naves ya completadas, con la de Boeing a la espera de su primera prueba tripulada.

Por otro lado también participaría Sierra Space con una versión tripulada de su Dream Chaser. Esta nave no debe ser descartada ya que inicialmente esta había sido elegida sobre la opción de Boeing en el marco del actual contrato CCP (Comercial Crew Program). Su desarrollo en versión no tripulada además ha sido finalizado y se espera su primer vuelo en unos meses.

Además, deberá competir al menos con otra empresa, que pese a no haber anunciado su intención de construir una cápsula tripulada orbital sus aspiraciones hacen preveer algo en ese sentido. Esta sería Blue Origin, la cual recientemente ha demostrado sus capacidades evacuando de emergencia a una cápsula no tripulada cuando el cohete experimentó un fallo en mitad del vuelo.

Además, esta última ya se había presentado al contrato original del CCP.

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Parecidos razonables en el frontal. Fuente.SpaceX/NASA

Sobre la cápsula no se dispone de ningún detalle de ningún tipo. Su diseño recuerda enormemente al de la Dragon V2 de SpaceX. Como esta, esconde el puerto de acople necesario para la estación espacial internacional detrás de un cono aerodinámico que lo protege durante el vuelo atmosférico.

Aparentemente la nave está formada por dos secciones, como la mayoría de diseños estadounidenses. 

La primera parte de la cápsula sería donde viajarían, según mi opinión, 3 o 4 astronautas de forma regular, con un máximo de 6 o 7. Si tuviera que acotar diría que serían 4 de forma regular con un máximo de 7.

Apunto esto en base a los requisitos exigidos por la NASA en el contrato CCP. Además de en base a los modelos finales que han visto la luz.

Por otro lado tendríamos el módulo de servicio. Aquí las conjeturas son aún mayores. Es de recibo asumir que se tratará de una nave reutilizable. Pero solamente su sección superior. Dado que el módulo de servicio, al menos en las actuales naves, incluida la dream chaser que es un avión espacial, se deshacen de él. Por tanto es lógico asumir que Rocket Lab seguirá el mismo procedimiento.

CST-100 Starliner. Fuente:Boeing/NASA

Pero hay muchas dudas alrededor de esta segunda sección, que está algo menos diferenciada que en las otras naves. La única característica distintiva en toda la nave es la ventana frontal al estilo de la Starship de SpaceX pero de mucho menor tamaño.

 

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El módulo de servicio en mi opinión, se parece más a la de la CST-100 que a la de la crew dragon.

La primera tiene un diseño más convencional y esta sección está reservada a ciertos sistemas. Los más notorios son propulsión, soporte vital, regulación térmica y generación eléctrica. Sin embargo, la crew dragon solo mantiene estos dos últimos sistemas en su módulo de servicio. Todo ese gran espacio vacío ha sido reemplazado por una gran sección de almacenaje no presurizada que está siendo explotada por la NASA constantemente.

Algunas cargas destacadas que han volado en esta sección son los nuevos paneles solares iROSA o una exclusa para desplegar satélites.

 

 

El Neutron

El pequeño electron sería incapaz de lanzar una cápsula tripulada. La masa que alcanzan estos elementos supera ampliamente los 500 kg que es capaz de lanzar este pequeño cohete.

Aunque por las declaraciones del CEO y fundador Peter Beck (un gran tipo que llegó a comerse una gorra para anunciar este cohete) el cohete vino antes que la cápsula. Y que viendo que tenían margen, en un ejercicio de libertad ingenieril se lanzaron a un diseño preliminar de esta.

Este cohete será el nuevo caballo de batalla de la empresa para lanzar satélites. La necesidad surge de la falta de demanda de lanzamientos dedicados de satélites pequeños. Sin embargo, las nuevas mega constelaciones abren un importante mercado alrededor de las 15 toneladas a órbita baja.

A este mercado es el que apunta el nuevo cohete que presentará una ardua competencia al Falcon 9. Aunque el veterano cuenta con la experiencia como valor fuerte, la reusabilidad del Neutron lo convierten en la primera seria amenaza a su hegemonía en muchos años.