De uno de mis últimos viajes por la Asturias menos turística os traigo estas capturas de una de tantas obras de ingeniería que han sido abandonadas, donde el tiempo parece haberse detenido, a pesar del gran trabajo que hubo detrás. Es la Central Eléctrica del Esva, Conceyu Valdés.
Aquí, en el Valle de Paredes, se retenía el cauce del río, atravesando la montaña por un túnel, que salía encima de la central, aún se pueden ver los restos de la compuerta de apertura y cierre.
Las obras comenzaron en 1910, trabajos que se alargaron durante 12 años, turbinas y maquinaria, toneladas de peso, se bajaron por el río en carros tirados por bueyes.
Había trabajadores 24 h al día , 365 días al año en tres turnos. Estos tenían el único teléfono de la zona, que además de dar el parte a las oficinas de Luarca, usaban para comunicar defunciones, nacimientos o acontecimientos importantes de los pueblos del valle.
Estuvo en funcionamiento hasta 1972, donde todo el esfuerzo, el trabajo y la dedicación de sus trabajadores se quedaron detenidos en el tiempo, ahora la naturaleza reclama lo que le pertenece.
La central se puede visitar fácilmente en el Valle de Paredes, con varias rutas y senderos muy recomendables