El rover Curiosity de la NASA ha vuelto a hacer un nuevo descubrimiento revolucionario en Marte

.

En la incansable búsqueda por desentrañar los secretos del planeta rojo, las misiones espaciales han desempeñado un papel crucial en la construcción de nuestro entendimiento sobre Marte. Desde su superficie polvorienta hasta sus antiguas formaciones geológicas, cada avance científico representa una pieza más en el complejo rompecabezas de su historia. Uno de los protagonistas de esta exploración ha sido el rover Curiosity de la NASA, que desde 2012 recorre el cráter Gale en busca de pistas sobre el pasado marciano.

Las ruedas de Curiosity deterioradas por el duro relieve marciano, en una imagen compartida por JPL de NASA

Un reciente estudio publicado en la revista Science ha revelado un hallazgo clave que podría acercar a la humanidad a responder una de sus preguntas más trascendentales: ¿fue Marte alguna vez un planeta habitable? Gracias a los datos obtenidos por el rover Curiosity de la NASA, un equipo liderado por el Dr. Ben Tutolo, profesor de la Universidad de Calgary, ha identificado depósitos significativos de carbonato en el cráter Gale. Esta evidencia sugiere que, en un pasado remoto, Marte tuvo una atmósfera rica en dióxido de carbono (CO2), lo que habría permitido la existencia de agua líquida en su superficie.

Ben Tutolo, profesor asociado del Departamento de Tierra, Energía y Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Calgary, es el investigador principal de un trabajo sobre Marte. Tutolo es uno de los científicos participantes en el equipo Curiosity Rover del Mars Science Laboratory de la NASA. Crédito: Riley Brandt/Universidad de Calgary

Una ventana al pasado marciano

Desde su aterrizaje en agosto de 2012, el rover Curiosity ha recorrido más de 34 kilómetros explorando el terreno marciano. El 30 de abril de 2023, el vehículo alcanzó una zona conocida como “Ubajara”, donde se hizo el hallazgo de siderita, un mineral compuesto por carbonato de hierro. Este tipo de roca, encontrado en capas ricas en sulfatos del Monte Sharp, es considerado un indicador de procesos geoquímicos relacionados con una antigua atmósfera cargada de CO2.

“El descubrimiento de grandes depósitos de carbono en el cráter Gale representa un avance inesperado y crucial en la comprensión de la evolución geológica y atmosférica de Marte”, explica Tutolo. Este resultado valida una hipótesis de larga data: que el CO2 atmosférico marciano quedó atrapado en forma de carbonatos, a medida que el planeta transitaba de un clima cálido y húmedo a su actual estado frío y seco.

Además, los carbonatos como la siderita se forman bajo condiciones específicas, lo que hace que su presencia sea una señal directa de las condiciones ambientales del pasado. Estas formaciones requieren una atmósfera rica en CO2 y agua líquida, dos factores que son también clave para la existencia de vida tal como la conocemos.

.
El hallazgo es tan trascendental que ha sido elegido como tema de portada de la revista Science, una de las publicaciones científicas más prestigiosas del mundo. La imagen del cráter Gale, con las huellas del rover Curiosity marcando el suelo marciano, acompaña el título “Carbonates on Mars”, resaltando la importancia del descubrimiento para comprender el antiguo ciclo del carbono en el planeta rojo.

Implicaciones futuras para la exploración espacial

Este hallazgo también abre nuevas puertas para las futuras misiones espaciales. Explorar otras áreas ricas en sulfatos y carbonatos podría confirmar si el ciclo del carbono fue un fenómeno extendido en Marte o si fue limitado a zonas como el cráter Gale. Estos datos podrían aportar pruebas más concretas sobre la posible existencia de vida en el pasado marciano.

NASA ya planea nuevas misiones que investigarán más a fondo estos depósitos minerales. Si se logra confirmar que hubo un ciclo del carbono activo, similar al terrestre, sería una prueba más de que Marte pudo haber sido un mundo con las condiciones necesarias para la vida.

Además, este tipo de hallazgos pueden ser claves para planificar misiones tripuladas en el futuro, ya que entender la geoquímica del planeta podría ayudar a determinar cómo utilizar recursos marcianos para sostener la vida humana.

El descubrimiento de carbonatos por el Curiosity marca un antes y un después en la investigación marciana. Refuerza la hipótesis de un Marte cálido y húmedo en el pasado ofreciendo un paralelismo útil para enfrentar desafíos aquí en la Tierra. Como bien concluye Tutolo: “Algo le pasó a Marte que no le pasó a la Tierra. Comprender eso es esencial para preservar nuestra propia habitabilidad”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *