James Webb rompe las teorías con este descubrimiento de agujeros negros supermasivos

Quasar James Webb

La cosmología es un conjunto de modelos que buscan explicar parte del origen y la evolución del universo. Estas hipótesis buscan demostrar la formación de galaxias, estrellas y sus respectivas distribuciones. A partir de esto se puede estimar la masa de objetos como agujeros negros masivos. James Webb ha descubierto cinco cuásares en un extraño lugar del universo que desafía lo que conocemos sobre su formación.

Cuásar
Ejemplo de un cuásar (círculo rojo) con una menor densidad de galaxias en sus cercanías de las esperadas. Créditos: Christina Eilers/EIGER team

Núcleo galáctico

La mayoría de los cuásares conocidos hacen parte de cúmulos de galaxias con gran cantidad de masa para alimentar los agujeros negros supermasivos en sus núcleos. Se han encontrado hasta en conjuntos de cincuenta galaxias juntas.

El Telescopio Espacial James Webb descubrió cinco cuásares cuando el universo tenía menos de 1000 millones de años. La peculiaridad es que estos están en regiones aisladas de otras galaxias o fuentes considerables de gas.

En contra de los modelos de formación de las galaxias, los cuásares en galaxias aisladas o en cúmulos galácticos muestran propiedades sorprendentemente similares. El brillo de estos objetos es miles de millones de veces más intensa que la del Sol, gracias a la materia girando a gran velocidad en las proximidades de los agujeros negros centrales.

Estas observaciones agravan la gran pregunta de como pueden los agujeros negros obtener masas tan grandes en las etapas más primitivas del universo. Dado que las detecciones de masa alrededor de estos parecen ser insuficientes, debe existir otro proceso que les permita crecer a esta escala.