Las misiones Apolo dejaron un fuerte legado para toda la humanidad. Además de las doce personas que pudieron caminar por la Luna, la última misión fue la responsable de capturar una de las fotos más icónicas de la historia. Apodada como TheBlue Marble, es una fotografía analógica completa de la Tierra. Sin embargo, la NASA debió editarla para evitar confundir al público general.
Trayectoria de inyección translunar
La misión Apolo 17 despegó el 7 de diciembre de 1972, rumbo a explorar la región de Taurus-Littrow. La tripulación contaba con varias cámaras analógicas para tomar fotografías de la Tierra, la Luna y las naves. Fue así como pocas horas después del lanzamiento, cuando escapaban de la gravedad terrestre, tomaron una foto del planeta que pasaría a la historia.
Etiquetada oficialmente como AS17-184-22727, la foto original muestra a la Tierra con África en su totalidad, la Península Arábiga, Madagascar, el Océano Índico, la Antártica y una gran cobertura de nubes en el hemisferio sur. Además, permite observar el disco terrestre totalmente iluminado.
Fue tomada a aproximadamente 29 400 kilómetros de altura, y no es casualidad que la versión más famosa de esta muestra el polo sur hacia abajo. Originalmente, la Tierra parecía estar de cabeza, con el polo norte apuntando hacia abajo. La NASA tomó la decisión de realizar una ligera edición al girarla, evitando posibles confusiones para las personas al verla al revés. Además, diferentes versiones divulgadas por internet han sufrido otras modificaciones, tales como ajustes de brillo, contraste o un cambio total en el color.
En la Tierra, la perspectiva de arriba o abajo está moldeada por la gravedad, siendo orientada por la dirección en que caen los objetos. Sin embargo, en el espacio se pierde totalmente esa idea, donde se necesita elegir un sistema de referencia arbitrario para definir donde es abajo.
La verdad detrás de la conspiración
Numerosas personas, desconociendo la realidad, afirman que tanto esta como otras fotos bajo el título de Blue Marble son falsas. Si bien algunas de ellas son reconstrucciones a partir de cientos o miles de imágenes individuales, existe una gran cantidad de fotografías originales de la Tierra.
Otro aspecto que considerar es el verdadero color de la Tierra. Esto es un reto, dado que el funcionamiento de los sensores de las cámaras y las pantallas funcionan diferente al ojo humano, generando cambios que modifican en cierta medida lo que se ve de la realidad. Aunque, es posible realizar ediciones para conseguir las tonalidades más cercanas a las que una persona vería desde el espacio. Así como limpiar artefactos de las películas originales o problemas en el escaneado de las mismas.
La perspectiva también juega un papel importante en las fotografías de la Tierra. Donde el tamaño aparente de los continentes respecto al disco de la Tierra depende considerablemente de la distancia del observador y el planeta.