La nave espacial Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado un paso más para resolver el misterio de por qué la corona del Sol tiene una temperatura tan elevada.
El 3 de marzo de 2022, cuando apenas habían transcurrido unos meses de la misión nominal del Solar Orbiter, la cámara EUI (Extreme Ultraviolet Imager) de la nave proporcionó datos que mostraban por primera vez que un fenómeno magnético denominado reconexión se estaba produciendo de forma persistente a escalas diminutas.
En ese momento, la nave se encontraba a mitad de camino entre la Tierra y el Sol. Esto permitió realizar observaciones coordinadas con las misiones del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) y del Espectrógrafo de Imágenes de la Región de Interfaz (IRIS) de la NASA. Los datos de las tres misiones se combinaron durante el análisis.
La reconexión se produce cuando un campo magnético se transforma en una configuración más estable. Se trata de un mecanismo fundamental de liberación de energía en los gases sobrecalentados conocidos como plasma y se cree que es el principal mecanismo que impulsa las erupciones solares a gran escala. Esto la convierte en la causa directa de la climatología espacial y en la principal candidata para explicar el misterioso calentamiento de la atmósfera exterior del Sol.
La nave se encontraba a mitad de camino entre la Tierra y el Sol. Esto permitió realizar observaciones coordinadas con las misiones del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) y del Espectrógrafo de Imágenes de la Región de Interfaz (IRIS) de la NASA. Los datos de las tres misiones se combinaron durante el análisis
Las nuevas observaciones arrojan luz sobre el fenómeno
La reconexión se produce cuando un campo magnético se transforma en una configuración más estable. Se trata de un mecanismo fundamental de liberación de energía en los gases sobrecalentados conocidos como plasma y se cree que es el principal mecanismo que impulsa las erupciones solares a gran escala. Esto la convierte en la causa directa de la climatología espacial y en la principal candidata para explicar el misterioso calentamiento de la atmósfera exterior del Sol.
Desde la década de 1940 se sabe que la atmósfera exterior del Sol, denominada corona, es mucho más caliente que su superficie. Mientras que la superficie brilla a unos 5 500 °C, la corona es un gas rarificado de unos 2 millones de °C. Cómo inyecta energía el Sol en su atmósfera para calentarla hasta alcanzar esta tremenda temperatura ha sido desde entonces un gran enigma.
En el pasado, la reconexión magnética solía observarse durante fenómenos explosivos a gran escala. Sin embargo, el nuevo resultado presenta observaciones de altísima resolución de reconexión persistente a pequeña escala (unos 390 km de diámetro) en la corona. Se revela que se trata de una secuencia «suave» de larga duración, en comparación con las repentinas liberaciones explosivas de energía con las que suele asociarse la reconexión.
Los resultados de Solar Orbiter sugieren que la reconexión magnética, a escalas que antes eran demasiado pequeñas para ser resueltas, se produce continuamente tanto de forma suave como explosiva. Esto es importante porque significa que puede transferir masa y energía de forma persistente a la corona, contribuyendo a calentarla.
Estas observaciones también sugieren que aún quedan por descubrir reconexiones magnéticas más pequeñas y frecuentes. El objetivo ahora es observarlas con EUI con una resolución espacio-temporal aún mayor en el futuro, en torno a las aproximaciones más cercanas de Solar Orbiter, para estimar qué fracción del calor de la corona puede transferirse de este modo.
El último acercamiento de Solar Orbiter al Sol tuvo lugar el 10 de abril de 2023. En ese momento, la nave espacial se encontraba a sólo un 29% de la distancia de la Tierra al Sol.