Astrónomos descubrieron un cohete que se aproximaba a una colisión con la Luna a finales del año pasado. El impacto se produjo el 4 de marzo, y el Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA detectó posteriormente el cráter resultante.
Sorprendentemente, el cráter es en realidad dos cráteres, un cráter oriental (18 metros de diámetro) superpuesto a un cráter occidental (16 metros de diámetro).
Aficionados a la astronomía debaten sobre la identidad del cohete
Ya tenemos impacto en la luna del cohete desconocido (se especula con un Falcon 9 o un Larga Marcha 5) Ha dejado un bonito agujero de 28 metros de largo pic.twitter.com/b7HtKBCFma
El doble cráter fue inesperado y puede indicar que el cuerpo del cohete tenía grandes masas en cada extremo. Normalmente, un cohete gastado tiene la masa concentrada en el extremo del motor; el resto de la etapa del cohete consiste principalmente en un depósito de combustible vacío.
Dado que el origen del cuerpo del cohete sigue siendo incierto, la naturaleza doble del cráter puede indicar su identidad.
Ningún otro impacto de cohete en la Luna creó cráteres dobles
Ningún otro impacto de cohetes en la Luna creó cráteres dobles. Los cuatro cráteres del Apolo SIV-B tenían un contorno algo irregular (Apolos 13, 14, 15, 17) y eran sustancialmente más grandes (más de 35 metros) que cada uno de los cráteres dobles. La anchura máxima (29 metros) del cráter doble del cuerpo del cohete misterioso era cercana a la de los S-IVB.
La LRO está gestionada por el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, para la Dirección de Misiones Científicas de la sede central de la NASA en Washington.
Lanzada el 18 de junio de 2009, LRO ha recogido un tesoro de datos con sus siete potentes instrumentos, haciendo una contribución inestimable a nuestro conocimiento de la Luna.
La NASA está volviendo a la Luna con socios comerciales e internacionales para ampliar la presencia humana en el espacio y traer de vuelta nuevos conocimientos y oportunidades.