Saturno es uno de los planetas más misteriosos y sorprendentes de nuestro sistema solar, y una de las cosas más interesantes de este planeta son sus lunas. Los sobrevuelos de Voyager y Pioneer en las décadas de 1970 y 1980 ya proporcionaron los primeros esbozos. Pero durante sus muchos años en su órbita, la nave espacial Cassini de la NASA descubrió lunas hasta entonces desconocidas, resolvió misterios sobre las existentes, estudió sus interacciones con los anillos y desveló nuevos misterios, incluido el descubrimiento de una luna oceánica con ingredientes potenciales para la vida, que cautivarían a toda una nueva generación de científicos espaciales.
Saturno tiene, tras este descubrimiento, un total de 117 lunas conocidas, de las cuales las más famosas son Titán, Encélado y Mimas
Titán es la mayor luna de Saturno y la segunda del sistema solar, después de Ganímedes, una luna de Júpiter. Titán es especial porque es la única luna conocida que tiene una atmósfera significativa, compuesta principalmente de nitrógeno, con trazas de metano y otros gases. La superficie de Titán es muy fría, con temperaturas en torno a -180 °C, y está cubierta por una gruesa capa de hidrocarburos sólidos.