Objetos anómalos en la nebulosa de Orión sorprenden a la comunidad científica

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La nebulosa de Orión o Messier 42 es una de las famosas de cielo. Debido a su gran tamaño y relativa cercanía con la Tierra es fácilmente observable empleando equipos sencillos. Es una extensa región de constante formación de estrellas, un objetivo interesante para los sensibles instrumentos del Telescopio Espacial James Webb. Además de ofrecer una nueva vista en una increíble resolución, encontró un extraño fenómeno cuya existencia sorprendió a los científicos, al no conocer ningún proceso que prediga su existencia.

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Mosaico de la nebulosa de Orión vista por el instrumento NIRCam de James Webb en longitudes de onda corta. Créditos: NASA/Esa/CSA/McCaughrean & Pearson.

Redescubriendo la nebulosa de Orión

La Agencia Espacial Europea compiló más de 700 imágenes conseguidas por James Webb a lo largo de una semana de la nebulosa de Orión, creando el mayor mosaico y de mejor calidad conseguida hasta la fecha. En el portal ESASky los usuarios pueden acceder de forma sencilla a los datos astronómicos, entre ellos los de M42.

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Ubicación de la nebulosa de Orión en la constelación del mismo nombre. Créditos: Rogelio Bernal Andreo.

El instrumento NIRCam fue el designado para capturar las imágenes de la nebulosa en longitudes de onda corta y larga. Ambos mosaicos permiten estudiar los fenómenos allí presentes desde dos perspectivas, dando un panorama más amplio. En el primer caso, se aprovecha al máximo la resolución angular, ayudando a observar pequeños detalles como discos y flujos, mientras la otra se enfoca en las redes de mayor escala de polvo y compuestos orgánicos.

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Flujos de gas a gran velocidad, resultantes de una gran explosión ocurrida hace más de 5 000 años. Créditos: NASA/Esa/CSA/McCaughrean & Pearson.

James Webb muestra el cúmulo de estrellas del trapecio, siendo la más masiva del grupo la responsable de iluminar la nebulosa con su intensa radiación ultravioleta. Mientras tanto, protoestrellas se forman constantemente en la nube molecular OMC-1.

En la nebulosa ocurren muchos fenómenos diversos, así como interesantes objetos. Entre ellos se encuentran flujos de material, discos de formación planetaria alrededor de estrellas jóvenes, protoestrellas y para sorpresa de los astrónomos, parejas de cuerpos de masa planetaria.

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Recopilación de discos protoplanetarios en la nebulosa de Orión. Créditos: NASA/Esa/CSA/McCaughrean & Pearson.

Parejas de planetas solitarios

La gran sensibilidad y resolución de James Webb permitió por primera vez encontrar varias parejas de objetos de baja masa flotando libremente en la nebulosa. Este descubrimiento supone una reformulación a los modelos teóricos de formación de sistemas planetarios, dado que ninguno de ellos predice la existencia de este curioso fenómeno.

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Numerosos JuMBOs, por las siglas en inglés de objetos binarios de masa similar a Júpiter, observados por James Webb. Créditos: NASA/Esa/CSA/McCaughrean & Pearson.

Según los procesos físicos conocidos que tienen lugar en nubes de gas, no es posible la formación de planetas individuales, es decir, sin una estrella. Es posible que estos sean eyectados del sistema estelar y vagar por sí mismos, pero no hay explicación para el origen de pares de planetas.

Si bien la teoría de eyecciones de sistemas planetarios es la más llamativa, no se conocen procesos por los cuales puedan salir disparados en parejas.

Además, nace la pregunta de si este fenómeno es una peculiaridad de la nebulosa, o todas las nebulosas de formación estelar también cuentan con pares de planetas jovianos, o incluso similares a Neptuno o la Tierra. Los astrónomos desean seguir aprovechando el gran poder de Webb para encontrar la respuesta al misterio y entender mejor el universo.

Francisco Andrés Forero Daza
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