Las misiones tripuladas a la Luna del programa Apolo nos dejan como uno de los principales iconos las banderas de Estados Unidos plantadas e izadas en seis ocasiones por los astronautas; observarlas directamente sería una prueba de gran peso para aclarar las dudas que pueden surgir en algunas personas sobre la veracidad de los hechos. Nuestro principal observador del universo es el telescopio espacial Hubble, pero sin embargo no es capaz de verlas, ¿por qué?
Sobre las banderas
El principal motivo detrás de las misiones tripuladas a la Luna era el de demostrar el poder industrial y económico de aquella potencial que lograse llevar primero a una tripulación a la superficie de la Luna y traerla de nuevo a la Tierra a salvo. Por esta razón una de las tareas de los astronautas era levantar en alto la bandera de su país, en este caso sería la de los Estados Unidos de América.
A partir de las imágenes y videos de ellas surgen gran cantidad de comentarios buscando desmentir los alunizajes y usando como argumento un supuesto error, el de una bandera aparentemente ondeando por el viento a pesar de no haber atmósfera en la Luna.
Muchas veces se muestra una foto estática de una bandera junto a un astronauta, una primera impresión puede dar la impresión de estar ondeando producto del viento, pero al detallar la imagen se logra ver fácilmente un mástil encargado de sujetarla de la parte superior, esto le permite permanecer izada.
Una sola imagen en realidad no nos permite estar seguros de si está flameando, para ello necesitamos observar un vídeo.
El vídeo está acelerado con el fin de mostrar el movimiento de la bandera en un largo intervalo de tiempo y comprobar que se queda estática una vez los astronautas la perturban cuando la tocan.
Observando la Luna con Hubble
El telescopio espacial Hubble es uno de los logros más representativos de NASA. Desde su lanzamiento hace más de 30 años nos ha dado ojos para explorar los confines del universo. Ha capturado muchas imágenes de los planetas del sistema solar, nebulosas, cúmulos estelares, galaxias y un increíblemente largo etc., cualquiera podría pensar que al poder observar objetos a cientos, miles o decenas de millones de años luz de distancia no debería tener ningún problema con algo que tenemos aquí al lado.
Una analogía que permite entender fácilmente esto es comparar nuestra facilidad de observar una hormiga a unos 100 metros y una montaña a 10 kilómetros, la primera será increíblemente difícil de ver (por no decir que sería imposible), la segunda a pesar de estar mucho más lejos podremos verla sin mayor dificultad. Algo similar ocurre con Hubble, las galaxias están a miles de millones de años luz, pero a su vez miden cientos de miles de años luz y se componen de estrellas que les otorgan un gran brillo. Por otro lado, los planetas, la Luna y las banderas a pesar de estar, en comparación, mucho más cerca también son mucho más pequeñas. En este caso sería útil usar alguna unidad de medida para poder comparar fácilmente diferentes objetos.
En el caso de las observaciones en el cielo es muy útil el trabajar no con tamaños reales de los objetos, sino con cuanto espacio ocupan de nuestra visión, esta nueva medida se conoce como tamaño angular. Suponiendo el cielo como una esfera podemos dividir el horizonte en 360 partes iguales, estos son llamados grados de arco. Luego tomaremos uno de ellos y lo dividiremos en 60 partes iguales que llamaremos minutos de arco, repetimos el proceso y obtenemos los segundos de arco.
El tamaño angular más pequeño capaz de ver algún dispositivo es conocido como resolución, para el Hubble esta toma un valor de 0.05 segundos de arco (para comparación el ojo humano tiene una resolución angular de 40 arcosegundos), es decir, cada píxel representa 0.05 segundos de arco en el cielo. Para la Luna esto representa aproximadamente 90 metros, por ende, para poder resolver algún objeto humano este debería medir más de 180 metros de largo.
Tamaños angulares de objetos observados por Hubble
Al igual que la falsa de idea de la capacidad del observatorio de poder observar la superficie lunar con suficiente detalle para observar las banderas se cree deberíamos poder ver con enorme resolución los demás planetas, sin embargo, no podría estar más alejada de la realidad.
Debido a la trayectoria elíptica de los cuerpos alrededor del sol la distancia a la Tierra cambia en el transcurso del año, e igualmente lo hacen los tamaños angulares; las diferencias son más notables con planetas cercanos como Venus o Marte. A pesar de aparentemente verse de un tamaño muy similar cada píxel representa longitudes muy diferentes.
Otras formas de ver las banderas
Aunque realmente Hubble no tenga la capacidad de observar las banderas o los restos dejados en las misiones Apolo a la Luna hay otras alternativas para poder verlo. Uno de ellos es la nave de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter, alcanzando hasta unos 50 kilómetros por encima de la superficie permite observar con una resolución de hasta 0.5 metros por píxel.