En los cúmulos de galaxias hay una fracción de estrellas que vagan en el espacio intergaláctico debido a que son arrancadas por enormes fuerzas de marea que se generan entre las distintas galaxias del cúmulo.
El brillo que proviene de estas estrellas recibe el nombre de luz intracumular (ICL, por sus siglas en inglés) y es extremadamente débil. Representa solo un 1 % o menos del brillo del cielo más oscuro que se puede observar desde la Tierra.
El Webb ofrece un retrato inédito de la luz intracumular de estrellas que vagan en el espacio intergaláctico debido a que son arrancadas por enormes fuerzas de marea que se generan entre las distintas galaxias del cúmulo
Este es uno de los motivos por el que las imágenes tomadas desde el espacio son extremadamente útiles para su análisis. En concreto, las longitudes de onda infrarrojas permiten obtener información de zonas más lejanas del centro del cúmulo que la luz que nos llega en el visible.
Gracias a la eficiencia en esas longitudes de onda infrarrojas y a la nitidez de sus imágenes, el telescopio espacial James Webb (JWST, de la NASA, la ESA y la agencia espacial canadiense), proporciona ahora un retrato inédito de esa luz fantasmal de un cúmulo de galaxias. Los resultados se publican en The Astrophysical Journal Letters.
Sus dos autores, Mireia Montes e Ignacio Trujillo, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han sido capaces de explorar la luz intracumular del cúmulo SMACS-J0723.3-7327 con un nivel de detalle sin precedentes.