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GPT (Generative Pre-trained Transformer) es una arquitectura de red neuronal basada en la tecnología de procesamiento de lenguaje natural (NLP) desarrollada por OpenAI. Se trata de un modelo de aprendizaje profundo pre-entrenado, que puede ser ajustado para realizar una amplia variedad de tareas relacionadas con el sector de la información, como la generación de texto, la traducción de idiomas, la clasificación de texto, entre otras.
No podemos negar que es una herramienta de gran calidad, estas líneas no tratan de eso. El modelo GPT se entrena en grandes cantidades de datos de texto para aprender las relaciones semánticas y gramaticales entre las palabras, lo que le permite generar texto coherente.
GPT-3 entró fuerte, mejorando sustancialmente a otras inteligencias artificiales anteriores, GPT-4 ha dado un gran salto en términos de capacidad de procesamiento de lenguaje natural, lo que podría tener implicaciones significativas en áreas como la traducción automática, la redacción de textos publicitarios y la creación de chatbots y asistentes virtuales más sofisticados.
Pero esto no es suficiente para el tema que nos trata. Cuando exprimimos al máximo sus capacidades de información y redacción, como haría una persona cualificada, el modelo GPT se estrella. Y lo hemos comprobado de primera mano.
Los periodistas somos capaces de llevar a cabo una investigación en profundidad, entrevistar a fuentes, obtener documentos, realizar comprobaciones de datos y análisis críticos, lo que le permite proporcionar una visión completa y verificada de una noticia. Algo que solo se adquiere con la experiencia, la capacidad de analizar el contexto y su relevancia, esto queda totalmente fuera de alcance para la IA.
La capacidad de un periodista para escribir y comunicar de manera efectiva es fundamental. La escritura no se trata solo de seleccionar las palabras correctas, sino también de crear una historia clara y coherente que pueda captar la atención del lector. La inteligencia artificial no puede proporcionar un estilo de escritura único y personalizado, algo que nosotros hemos desarrollado a lo largo de los años a través de experiencia y práctica, o al menos eso se nos supone, pero ese es otro tema. Como ha devaluado la profesión es algo que nadie cuestiona, pero centrémonos en la inteligencia artificial.
Aunque la IA puede generar texto coherente y bien estructurado, el periodismo implica mucho más que eso. Tenemos la tarea de investigar, entrevistar a fuentes, comprobar los hechos y escribir historias veraces. Además, debemos asegurarnos de que la información que publicamos sea precisa y esté bien documentada. Todo esto requiere habilidades que un modelo de lenguaje como GPT no posee.
Y para muestra un botón: le pedimos a GPT-4 que redactara un artículo de nuestra temática. Un tema fácil, del que pudiera tener una gran capacidad de recopilar datos, un artículo «evergreen» sobre la Estación Espacial MIR.
Tras varias preguntas clave, para que el texto fluyera, obtuvimos un resultado final de 1300 palabras. Una cantidad totalmente aceptable, que entra en los márgenes estándar de publicación de cualquier tirada digital. Pero es lo único que hizo bien.
Si este artículo lo entregara una persona a su editor, sería despedido en el acto. Hicimos una revisión de datos clave, como fechas y eventos y encontramos un total de ocho errores imperdonables. Errores de información, que confundirían al lector y harían perder prestigio a cualquier medio que publicara un artículo así.
Por si esto no fuera poco, podemos comprobar que el estilo de redacción, en este caso, tampoco es aceptable. Errores de sintaxis, gramaticales, nula capacidad de encontrar sinónimos, algo totalmente penalizado. En definitiva, un artículo impublicable, plagado de errores, que mejoraría ya no solo cualquier periodista, sino cualquier estudiante de primaria que le pusiera un poco de atención a lo que escribe.
Y como periodista, ante una noticia, siempre hay que acudir a las fuentes y buscar todas las versiones o realidades posibles, fuimos a preguntar a la propia GPT sobre el tema que nos trata.
-¿ Puede GPT sustituir a un periodista?
–Como modelo de lenguaje, estoy diseñado para generar respuestas a preguntas y textos coherentes en varios idiomas. Si bien es cierto que puedo producir contenido de alta calidad en cuestión de segundos, hay una cosa que aún no puedo hacer: sustituir a un periodista.
En conclusión, a pesar de los impresionantes avances en la tecnología de procesamiento del lenguaje natural, podemos afirmar que la IA no puede sustituir completamente el papel de un periodista.
Algo que implica investigar, analizar, escribir y divulgar de una manera accesible y clara para el lector. Habilidades de precisión en la redacción, usar un estilo limpio, proporcionar datos contrastados con la objetividad y la relevancia que la información presentada al público requiere, es algo de lo que la inteligencia artificial está muy lejos aún de conseguir. Descansen tranquilos, la rebelión de las máquinas está en pañales.