Noemí Pinilla: «trabajaré con el telescopio espacial James Webb investigando los límites del Sistema Solar»
05/08/2022 Martín Morala AndrésNoemí Pinilla Alonso es una científica planetaria asturiana que estudia la región situada más allá de la órbita de Neptuno y sus objetos
Noemí Pinilla Alonso es una investigadora que ha ido haciéndose hueco como cualquier otro científico. Ha cogido las oportunidades que le vida la ha presentado y con ello se ha situado en una posición que podemos considerar de éxito. Es graduada en astrofísica por la Universidad de La Laguna y posteriormente doctorada.
Actualmente trabaja para la Universidad Central de Florida, en Orlando, Estados Unidos. Tras trabajar como responsable científica en el radio telescopio de Arecibo ahora está concentrada al máximo en su próximo trabajo. Gracias a su dedicación y buen hacer ha logrado obtener cien horas de observación para sesenta objetos transneptunianos en el James Webb Space Telescope. De todo esto y más hablamos en esta entrevista con ella.
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P-Empecemos por dar a conocer a nuestros lectores sobre quién eres y cuál es tu trabajo.
R- Soy Noemí Pinilla Alonso. Soy una científica planetaria, me dedico a estudiar el Sistema Solar. Trabajo en la Universidad de Florida Central (Florida Space Institute). Mi área, más que los planetas, son los cuerpos pequeños que existen en el Sistema Solar.
P- ¿Cómo llega una española a tener minutos en las primeras campañas de observación del James Webb?
R- Con mucho trabajo, con mucha voluntad y con mucha insistencia. Tengo un perfil muy observacional en mí carrera, con lo cual para mí lo natural es pedir tiempo de observación.
Mi trabajo consiste en intentar responder preguntas de cosas que no sabemos del Sistema Solar. Cuando veo que es lo que necesito observar, decido cual es la mejor herramienta para hacer esas observaciones. Usé desde telescopios en tierra, hasta el Hubble, el paso obvio era el James Webb.
P- ¿Podrías explicar como funciona tu trabajo en el James Webb?
R- De septiembre de este año a julio del que viene voy a tener cien horas, dedicadas para mí, del telescopio espacial James Webb. En esas horas, se van a observar sesenta objetos que a mí me interesan para resolver el puzle que tengo en la cabeza de ciertas cuestiones sobre el Sistema Solar.
Según vayan llegando esos datos, los procesaré y discutiré con mi grupo de colegas, somos trece investigadores, para construir esas respuestas y nuevo conocimiento.
P- ¿Cuáles son los datos que vas a recibir?
R- Recibiremos datos de espectros en baja resolución en el infrarrojo de estos objetos. Estos espectros van a cubrir, aproximadamente, entre 1 y 5 micras. Desde la Tierra, los objetos transneptunianos, no se pueden observar más allá de 2,2 micras. Entonces, lo que sabemos de ellos, en los treinta años desde que se descubrió el primero de la época moderna, que no fuera Plutón, todos los datos que hemos tenido son, fotometría o espectroescopía visible e infrarrojo cercano, es decir, de 0.5 a 2 micras.
Con lo que nosotros pensamos que hay en la superficie de estos objetos, que hemos construido a lo largo de estos treinta años, sabemos que parte de los materiales que hay en esa superficie, están más allá de esas 2 micras. Por ejemplo, la gran banda de absorción del agua está a 3 micras. Así que, objetos con muy poca agua, pueden no mostrarla con espectroescopía, pero la van a mostrar seguro a 3 micras y eso nos va a permitir hacer un buen censo de donde está el agua en el cinturón transneptuniano.
P- ¿Qué supone el cambio de estudiar en el radio a hacerlo en infrarrojo ahora con el James Webb?
R- Las observaciones en radio, como hacía Arecibo o pueden hacer en ALMA, detectan moléculas, precursores de vida… La radioastronomía es un rango de la luz muy diferente del infrarrojo, está mucho más allá, con longitudes de onda mucho más altas y por eso observan otros fenómenos diferentes.
P- ¿Por qué es tan interesante estudiar estos objetos en infrarrojo?
R- Ahora mismo no sabemos el contenido de hielos en el Sistema Solar. Hemos observado muy bien los planetas, pero ninguno está formado de hielo. Los hay rocosos y gaseosos pero los helados no existen.
Luego, está Plutón, que es un transneptuniano grande, los asteroides que son rocosos y los cometas, que nos visitan más allá de la nube de Oort con hielo en la superficie. Por esto sabemos que hay un montón de hielo más allá de Neptuno, pero no lo podemos detectar, así que ahí está parte de la importancia de estudiar en infrarrojo.
P- ¿Qué son los objetos transneptunianos?
R- Los suelo llamar los cubitos de hielo del Sistema Solar, los asteroides helados. Hablamos de lo que quedó del disco de formación del Sol y los planetas.
Estos, en su formación, agregan todo el material que está a su alrededor, pasa en muchas zonas del Sistema Solar pero solo prospera en ciertas distancias. En otras, por la influencia de estos, ya que todo lo que no agregan lo mandan fuera, no permiten la formación de otros planetas.
En concreto, a esas distancias, lo que se formaron fueron precursores de planetas que no llegaron a agregar más material. Y ahí, conviven en armonía, en una especie de disco, cuerpos de entre varios metros hasta planetas enanos como Plutón. Se formaron muy lejos del Sol a temperaturas bajas y por eso tienen muchísimo material helado.
P- ¿Cómo podemos clasificar estos asteroides y cuáles son las categorías más importantes?
R- Se pueden clasificar desde distintos puntos de vista. El más obvio, es el dinámico, dónde están estos objetos, y cuál ha sido su evolución orbital a lo largo de la historia.
Objetos que están en el plano del Sistema Solar, estables desde su formación, la población fría. Otros, que están a salvo de la influencia de Neptuno. Por ejemplo, Plutón y los objetos plutinos, que están en la misma resonancia que el planeta enano.
Los objetos centauros, dispersados por la influencia de Neptuno a la zona de los planetas gigantes, entre Júpiter y este, con lo que no van a tener una vida estable, son los cometas de corto periodo. Esta es la clasificación más típica.
P- Sobre los objetos transneptunianos, ¿qué información nos revela la sonda New Horizons?
R- Lo primero que nos mostró fue la gran variedad de la superficie de Plutón, las imágenes fueron alucinantes. Con esto, aún tenemos muchos años de estudio de estos datos. Nos ha enseñado que existen varios cuerpos con una gran variedad en su superficie, incluso que Plutón tiene agua.
No entendemos aún los hielos orgánicos, los estamos estudiando, esto nos habla de que cada espectro que vamos a estudiar con el Webb nos va arrojar numerosos resultados.
Una ronda de preguntas breves
P- Después de haber trabajado allí, ¿qué pensaste cuando cayó el radiotelescopio de Arecibo?
R- Una tristeza enorme. Yo estaba en Orlando, levanté el teléfono para compartir el momento con la gente de Arecibo con la que trabajaba.
P- ¿Qué te pareció el lanzamiento en el Ariane 5 del James Webb?
R- Espectacular, perfecto.
P- ¿Y el tránsito? El montaje del origami.
R- Seguirlo todo fue muy divertido. Tenía hasta una lista para ir tachando cada movimiento.
P- ¿Y cuándo por fin ya estuvo en su sitio en el L2?
R- Es el momento en que somos conscientes de que esto va en serio, preparados.
P- Plutón: ¿planeta o planeta enano?
R- A Plutón que más le da lo que le llamemos (risas). A mi la pregunta ya no me da mucho juego, tuvo su momento, pero no deja de ser como nosotros le llamamos a las cosas. Para mí, Plutón es un mundo alucinante, que nos ha dado un juego increíble, New Horizons es una misión casi perfecta.
Yo me refiero a él como planeta enano porque creo que, en realidad, es lo que le corresponde y eso no significa hacerle de menos, es una fuente de conocimiento.
P- Para terminar, ¿cuál es tu opinión científica sobre el Planeta X?
R- Los modelos dicen que puede existir. En la comunidad científica todavía no hay un acuerdo, de lo que se presentan como pruebas de que existe, realmente lo sean. Aunque eso es normal en toda labor de descubrimientos. Hay que acumular pruebas hasta que cierras el caso. Merece la pena seguir buscándolo y tratar de cerrar esta pregunta sin respuesta.