A pesar de los campos especializados para golf en la Tierra, los astronautas en la Luna se encontrarían en una casi constante trampa de arena. Frente a la cámara que retransmitía imágenes en vivo a televidentes en todo el mundo, Alan se preparó para con una mano realizar el primer golpe. Tras haber fallado dos veces, debido a las limitaciones de movimiento por tener el traje espacial puesto, finalmente logró llevarla a un cráter cercano.