Proclamar el incumplimiento de una operación millonaria y la pérdida de sus compatriotas no es tarea sencilla para un presidente. Pero en este caso, la pérdida ha sobrepasado el plano científico y humano, pasando al plano geopolítico. En el marco de la carrera espacial, Estados Unidos precisaba de un triunfo importante sobre su rival de la Guerra Fría, la Unión Soviética. Los soviéticos fueron los auténticos precursores de la exploración espacial, y gran parte del avance utilizado hoy en día en la Estación Espacial Internacional se debe a los saberes y a las novedades de la Unión Soviética.
El trágico discurso que Nixon debía haber leído y que ahora está en manos de los Archivos Nacionales de Estados Unidos ensalza la valentía, el sacrificio y el espíritu de exploración de Armstrong y Aldrin.
Incluso se detallaba que, antes de pronunciar el discurso, «el presidente debería llamar a cada una de las viudas venideras».También especificó lo siguiente «Cuando termine, un clérigo debe realizar el mismo procedimiento de un entierro en el mar.
En concreto, esto es lo que decía el discurso:
«El destino ha querido que los hombres que fueron a la Luna a explorar en paz se quedaran en la Luna a descansar en paz.
Estos valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no hay esperanzas de rescatarlos.
Pero también saben que existe esperanza para la humanidad en su sacrificio.
Los dos han dado sus vidas por el más noble objetivo de la humanidad: la búsqueda de la verdad y la comprensión.
Serán llorados por sus familiares y amigos; serán llorados por su nación; serán llorados por la gente del mundo; serán llorados por una madre Tierra que se atrevió a enviar a dos de sus hijos hacia lo desconocido.
En su exploración, concitaron a la gente del mundo a sentirse como uno; en su sacrificio, unen más estrechamente la hermandad del hombre.
En la antigüedad, los hombres miraban a las estrellas y veían a sus héroes en las constelaciones. En la actualidad, hacemos lo mismo, pero nuestros héroes son hombres de carne y hueso.
Otros los seguirán, y seguramente encontrarán su camino a casa. La búsqueda del hombre no será negada. Pero estos hombres fueron los primeros y seguirán siendo los primeros en nuestros corazones.
Todo ser humano que mire a la Luna en las noches que vendrán, sabrá que hay un rincón de otro mundo que por siempre es humano».
Esta entrada fue modificada por última vez en 17/05/2021 12:45