La noticia ha saltado justo al mediodía estadounidense con una rápida sucesión de filtraciones que ubicaban la amenaza en Rusia. En estos momentos la única información oficial proviene del Congreso de Estados Unidos. En una escueta nota de prensa, el director de la Comisión de Inteligencia informaba de una amenaza muy grave sin dar más detalles. La nota emplazaba al sistema político a informarse y tomar medidas rápidamente.
La confusión tras la noticia
Tras una noticia así los periodistas se ponen en marcha de forma inmediata en busca de la exclusiva. La primera la ofreció la cadena estadounidense CNN, en ella se informaba que la amenaza provenía de Rusia.
Tras ellos, fue Fox News tras conversar con un funcionario del Pentágono, según este, la amenaza rusa estaba relacionada con el espacio.
La amenaza rusa
Hay varias posibilidades relativas a qué ha disparado la alarma, pero en general estas son bastante limitadas. La principal es el desarrollo de un nuevo tipo de arma anti satélite (ASAT).
Aunque este podría ser de tres tipos completamente diferentes: cinético, electromagnético o nuclear.
Una posibilidad que no se descarta es que un lanzamiento reciente colocara ya en órbita la «nueva amenaza rusa.»
A este respecto desde el Ministerio de Defensa de Rusia se limitaron a informar del reciente vuelo como un despegue rutinario con una carga satelital:
«El viernes 9 de febrero, a las 10:03 [GMT+3] desde el cosmódromo estatal de pruebas del Ministerio de Defensa de Plesetsk se realizó el lanzamiento del cohete portador de clase ligera Soyuz-2.1v con un aparato espacial en interés del Ministerio de Defensa de Rusia», reza el comunicado de Roscosmos.
Si nos vamos a teorías más disparatadas, podría tratarse de un viejo cuento destinado a asustar en la Guerra Fría. Los sistemas de bombardeo de órbita fraccionada por ejemplo. Estos volvieron a los noticieros hace tres años por un lanzamiento chino que se atribuyó a una preparación de este sistema.
Dada la urgencia con lo que se está tratando, el tema es grave. Aunque una fuente del Comité de Inteligencia afirmó que no era una amenaza inminente, rebajando sustancialmente la tensión. Aún así, existen rumores cada vez más fuertes, a los que estaremos atentos, sobre el posible empleo de armamento nuclear en el espacio o desde él.
No debiendo desatenderlos, es reseñable que muchos países, incluyendo a Estados Unidos y a Rusia son signatarios de un tratado que los prohíbe desde 1967. Por otro lado, la eficacia de un arma nuclear como sistema antisatélite es elevadísima y cerraría la brecha existente entre Estados Unidos y otros países en el dominio de las órbitas.