Una maniobra arriesgada de la sonda MRO de la NASA desvela los secretos más profundos de Marte

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La exploración de Marte ha dado un paso significativo gracias a la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, que desde su lanzamiento en 2005 ha orbitado el planeta rojo con la misión de estudiar su atmósfera, superficie y subsuelo en un detalle sin precedentes. Este orbitador, equipado con cámaras de alta resolución, espectrómetros y un radar de penetración superficial llamado SHARAD (SHAllow RADar), ha transformado nuestra comprensión de la geología marciana, su historia climática y los posibles reservorios de agua bajo la superficie.

Además de su papel científico, MRO también cumple una función crítica como repetidor de datos para otras misiones en Marte, asegurando la comunicación entre los robots exploradores y la Tierra.

Concepto artístico de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA. Crédito: NASA

Una maniobra arriesgada para ver más profundo

El instrumento SHARAD ha sido clave para detectar estructuras ocultas bajo el suelo marciano. Sin embargo, su ubicación en el costado opuesto al sistema de imágenes de la nave ha limitado históricamente su rendimiento. Para mejorar la calidad de los datos, la MRO ha estado realizando maniobras de inclinación de hasta 28°, con el fin de incrementar la relación señal/ruido (S/N) de los ecos de radar reflejados desde el subsuelo.

No obstante, un nuevo enfoque liderado por Nathaniel E. Putzig del Planetary Science Institute, y descrito en un estudio publicado en la plataforma arXiv este año, propuso una solución audaz: aumentar radicalmente el ángulo de inclinación hasta 120° podría mejorar la claridad de las señales en aproximadamente 10 decibelios, en comparación con las observaciones convencionales. La investigación, titulada “SHARAD Illuminates Deeper Martian Subsurface Structures with a Boost from Very Large Rolls of the MRO Spacecraft”, motivó al equipo de control de misión a implementar una serie limitada de experimentos denominados “Very Large Rolls” (VLR), o “inclinaciones muy grandes”.

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Orientaciones nominales para el Mars Reconnaissance Orbiter cuando SHARAD está observando en (a) 0° de ángulo de balanceo con SA en posición SHARAD park y (b) 120° de ángulo de balanceo con los estabilizadores SA en posición all-zeros. Modificado a partir de la Figura 1 de DiCarlofelice et al. (2024). Crédito: arXiv (2025). DOI: 10.48550/arxiv.2505.21810

Resultados prometedores y nuevas perspectivas

Desde mayo de 2023 se han llevado a cabo tres maniobras VLR, cuyos resultados superaron ampliamente las expectativas. En estas observaciones, la relación señal/ruido mejoró en 9, 11 y hasta 14 decibelios respectivamente, permitiendo a SHARAD detectar características a profundidades nunca antes alcanzadas.

En la región de baja constante dieléctrica de Medusae Fossae, el radar penetró hasta 800 metros de profundidad. Por su parte, en los terrenos helados de Ultimi Scopuli, los ecos llegaron hasta los 1500 metros, revelando capas basales esenciales para descifrar la evolución geológica y climática de Marte. Además, durante el segundo paso VLR, se obtuvieron reflexiones mejoradas a lo largo de toda la columna de hielo, lo cual proporciona información novedosa sobre la estructura interna del hielo polar marciano.

Imagen de Medusae Fossae en Marte. Crédito : NASA

Incluso en terrenos más complejos como Amazonis Planitia, conocidos por su alta constante dieléctrica, la tercera maniobra logró una mejor continuidad en una interfaz subsuperficial previamente identificada, aunque no se detectaron capas más profundas en ese caso.

Animado por estos éxitos, el equipo de la misión MRO planea realizar más observaciones VLR sobre las regiones polares, glaciares de latitudes medias y otras áreas marcianas con abundancia de hielo, sedimentos o depósitos volcánicos.

astroaventura

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