El enigmático vehículo gigante que se esconde en algún lugar de la Antártida

la increible historia del antarctic snow cruiser 26203

Visto por última vez en 1958, probablemente enterrado bajo metros de capas y capas de hielo, se encuentra uno de los vehículos más fascinantes, enormes y espectaculares de la historia: el Antarctic Snow Cruiser

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Visto por última vez en 1958, probablemente enterrado bajo metros de capas y capas de hielo, se encuentra uno de los vehículos más fascinantes, enormes y espectaculares de la historia: el Antarctic Snow Cruiser

El Antarctic Snow Cruiser fue uno de los vehículos más fascinantes, enormes y espectaculares de la historia. Esta innovadora máquina fue creada por el científico norteamericano Thomas C. Poulter, para realizar estudios en la antártida. Sin embargo, no obtuvo el resultado esperado.

Este gigante mecánico tenía 17 metros de largo, 5 de alto y 6 de ancho. Tenía un peso de 34 toneladas y contaba con ruedas de tres metros de diámetro. A pesar de que muchos pensaban que era “indestructible”, el Snow Cruiser tuvo cientos de incidentes y problemas mecánicos que terminaron con su abandono.

 

 

La última vez que vieron esta enorme nave fue en una expedición realizada en 1958, desde entonces, su ubicación es un completo misterio.

El inicio de una gran idea

La idea de esta gigantesca nave surgió durante la Segunda Guerra Mundial (1939), cuando los alemanes llevaban tiempo en la costa antártica, supuestamente realizando una expedición científica, pero los norteamericanos sospechaban que el verdadero objetivo de ellos era establecer una base para luego proclamar la soberanía alemana en la zona.

Ante este panorama, el gobierno de Estados Unidos decidió financiar una expedición conjunta y fue cuando Thomas Poulter ideó el vehículo de transporte antártico ideal: El Antarctic Snow Cruiser.

El vehículo tenía que disponer de una autonomía de entre 6.500 y 9.500 kilómetros y ser capaz de atravesar grietas en el hielo de hasta 4,6 de ancho. Además, debía tener un gran espacio en su interior para transportar medios de observación aérea, un pequeño avión cargado en el techo y la capacidad para viajar durante 24 horas continuas a no menos de 8 km/h, según consignó el diario