Cuando se hace referencia a un misil se suele pensar en un arma militar, pero al hablar de un cohete las cosas cambian. Sin embargo, existen muchas similitudes entre uno y otro, ambos son estructuras metálicas o de polímeros que contienen en su mayor parte combustible y un motor. Además, protegido por una carcasa aerodinámica transportan una carga útil en su extremo superior.
Los cohetes no tienen guía
La principal diferencia apreciable entre cohetes y misiles es el uso de sistemas de GNC. Un cohete generalmente prescindirá de guiado, navegación y control lo cual simplifica el diseño. Como toda simplificación viene con una ventaja principal, la reducción de costes, y una desventaja, pérdida de capacidades. En la actualidad en el mundo militar ha quedado patente que la precisión supera a la cantidad.
Eso llevó a las principales economías del mundo a sustituir en sus ejércitos los cohetes convencionales por sistemas cada vez sofisticados. Estos incluyen no solo sistemas de aletas para controlar la dirección si no ordenadores de abordo que controlan cabezas buscadoras de guías láser. Pero habitualmente se hace la distinción entre un misil y un cohete en el uso de un sistema de guía activa. Es decir, hay cohetes que emplean el giro sobre sí mismos para la estabilización, pero muchos usan aletas. Estas técnicamente ya son un sistema de control, aunque sean fijas. El matiz es si estas se mueven para compensar cuestiones como una combustión no ideal, el viento o seguir a un vehículo.
Los cohetes espaciales
Un caso curioso de cohete son los encargados de lanzar satélites y naves al espacio exterior. Estos comúnmente se les llama cohetes, aunque tienen sistemas de guía activos. En estos existe aún mayor variedad de opciones a la hora de controlarlo. Se emplea el giro en casi todos, especialmente en los cilíndricos, pero con apoyo de más cosas. Por ejemplo, el más habitual suele ser el TVC (control de empuje vectorial, por sus siglas en inglés) que también viene en diferentes sabores. El principal es el empleo de actuadores mecánicos que dirijan la tobera hacía el lugar opuesto al que se quiere ir. Y la física hace el resto dirigiendo el conjunto a donde se desee.
En cualquier caso el término cohete está desfavorecido, incluso en desuso, en círculos profesionales. En estos se oyen cada vez más lanzador, incluso vector de acceso al espacio. En parte para diferenciarlos de los eminentemente militares términos de misil y cohete.
Aunque su origen nunca podría ser desligado del V2 alemana, un arma.