Cuando el astronauta Bruce McCandless II sacó por primera vez la MMU («Manned Maneuvering Unit») de la plataforma de carga del transbordador espacial Challenger, el 7 de febrero de 1984, muchos en la NASA temían el uso de una mochila autopropulsada y sin ataduras en el espacio.
Puede que para Neil haya sido un pequeño paso, pero para mí es un gran salto. Bruce McCandless II
Una de las imágenes más icónicas y demandadas de la NASA
McCandless calificó la fotografía de «hermosa, en parte porque el sol brilla directamente sobre mí».. Como el sol le daba en los ojos, cerró la visera del casco, lo que dificultó la identificación de quién estaba exactamente dentro del traje espacial.
Una segunda imagen, menos reconocida, apareció en la portada de Aviation Week & Space Technology la semana siguiente: 27 de febrero de 1984. También tomada por Gibson, la imagen mostraba a McCandless en el Manipulator Foot Restraint o dispositivo «cherry picker» al final del Remote Manipulator System (RMS).
La sujeción era una plataforma en la que los astronautas podían trabajar fuera del vehículo pero permanecían anclados al extremo del RMS para reparar un satélite o realizar otras actividades. La misión STS-41B supuso la primera prueba del nuevo aparato. Gibson explicó cómo decidió capturar a McCandless en el aparato.
«Lo que hice fue desplazar la cámara para que no estuviera justo en el centro de la imagen. Le puse en el borde y el timón del orbitador en el otro extremo de la foto. Quedó una buena fotaza».
La tercera imagen de la misión
La fotografía, tomada por una cámara de la MMU, captaba el Challenger en su totalidad, incluyendo el compartimento de carga útil con el Shuttle Pallet Satellite y una imagen del astronauta Robert Stewart justo debajo del RMS de la nave.
Estas fotografías de la misión STS-41B, del décimo vuelo del transbordador espacial, ilustran lo atractivas y emocionantes que eran las misiones de este vehículo. Aunque volar en el espacio se hizo más rutinario en los años 80, nadie, ni siquiera la tripulación, «apreciaba lo espectacular» que iba a ser el primer vuelo de la MMU. Las fotos del STS-41B demostraron que los vuelos espaciales tripulados seguían siendo tan cautivadores, impresionantes e inspiradores como siempre.