La ballena barbada (Balaenoptera edeni), también conocida como ballena del edén o rorcual común, es la segunda especie más abundante de su familia, las ballenas aladas.
Pequeño, relativamente, porque los adultos alcanzan los 12 metros de longitud y despliegan una garganta (pliegues glandulares) capaz de tragar miles de peces en un solo bocado.
Un banco entero de sardinas puede ser aniquilado en cuestión de segundos por este cetáceo (sin dientes) que vive en las aguas del Océano Índico oriental y del Pacífico occidental.
La compleja estrategia de alimentación de esta especie queda demostrada en un impresionante vídeo filmado desde un dron en el Golfo de Tailandia por el fotoperiodista Bertie Gregory.
«Se cree que este comportamiento inusual se ha desarrollado porque la contaminación ha convertido el Golfo de Tailandia en un entorno hipóxico. El vertido de aguas residuales de la tierra ha agotado todo el oxígeno del agua, excepto el superficial.
Esto significa que los peces, presas de la ballena, sólo pueden vivir en esta capa superficial. Al asomarse a la superficie, se crea una corriente que empuja a los peces hacia la boca de la ballena», explica el fotoperiodista.