Muchos animales secretan líquidos por la piel para contribuir con la supervivencia de sus crías. Es conocido que algunas larvas de peces ingieren pequeñas cantidades de mucosa nutritiva que producen los adultos
Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT
Los pingüinos emperadores, las palomas y flamingos producen “leche”, que en realidad es una secreción rica en grasas, producidas a través de la piel del buche en los para dar a sus pollos. Pero ninguna de estas secreciones es tan compleja, balanceada en nutrientes, altamente digerible y puede ser producida por tanto tiempo como la leche que caracteriza al grupo de los mamíferos.
La leche puede ser secretada por años como en el caso de los grandes primates, ballenas dentadas y elefantes, o puede durar solamente pocos días como en algunas especies de focas, durante los cuales duplican su tamaño. La cantidad también varía entre las especies, una ballena azul puede producir 220 kilogramos de leche al día, con el aporte de energía, principalmente por la cantidad de grasas, suficiente para alimentar a 200 personas durante todo un año. En contraparte, una musaraña ni siquiera llega a un mililitro en una semana.
La leche de todas las especies de mamíferos tiene los cuatro mismos componentes básicos, agua, proteínas, grasa y azúcares. Adicionalmente, tiene un bajo contenido de calcio y fósforo. Como ejemplos, la leche de los humanos contiene una alta concentración de lactosa (uno de los azúcares) con 7%, 87% agua, 1% proteínas, 4% grasa y 0’2% minerales. En comparación con la vaca, que es la que más conocemos es de 4% lactosa, 88% agua, 3% proteínas, 3% grasa y 0’7% minerales. Cada uno de los cuatro componentes varía entre especies y necesidades de crecimiento de las crías. Por ejemplo, la grasa varía desde 1% en un rinoceronte hasta 60% en algunas focas.
¿Por qué son diferentes los componentes de la leche entre las especies? Uno de los factores que influye en la composición es el lugar en el que viven. La leche de los mamíferos marinos (ballenas, delfines, focas, entro otros) tiene una alta concentración de grasa y proteína y poca de lactosa. La grasa es altamente energética y también es aislante, lo que les ayuda a soportar los climas extremos en los que por lo general viven.