Reed señaló que se espera que la mejora del tiempo permita, en principio, el despegue del Ax-1 y la tripulación a bordo de Dragon y sobre un cohete Falcon 9 de la empresa privada SpaceX.
Reed y Hassmann destacaron que es importante tener una visión más amplia de lo que supone esta misión espacial al laboratorio orbital, no sólo por el duro entrenamiento de la tripulación, sino por su contribución a la ciencia y la investigación.
Y lo que es más importante, el valor de esta misión totalmente privada para «construir la próxima estación espacial comercial» entre 2024-2030 y que estará conectada a la ISS.
«Es la primera de varias misiones que seguirán en 2024 y que pondrán a prueba nuestras capacidades» para cumplir este objetivo, añadió Hassmann, quien no obstante explicó que la prioridad es «mantener a la tripulación segura y maximizar su experiencia».