Qué causo el aborto del lanzamiento del Miura 1

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Anoche se produjo un momento histórico. Aunque roto el sueño de volar, no es moco de pavo realizar la ignición de un motor en la cuenta atrás de un lanzamiento.

PLD Space lleva apenas dos meses con su cohete en El Arenosillo. Y apenas dos semanas con el Miura 1 listo para realizar el lanzamiento. Pero se frustró cuando no quedaba ni un solo segundo para efectuarlo.

La causa ha sido peculiar, no por su gravedad si no por no ser un sistema dado a fallar. Y es un común denominador a todos los cohetes en servicio en todo el mundo. Los umbilicales son las conexiones entre la torre de lanzamiento y las instalaciones de tierra en general con el vehículo.

Hay varios tipos, que se dividen en varias categorías y con varios distintos para cada una de ellas. 

  • Propelentes: los más evidentes, el lanzador requiere de, en este caso, queroseno y oxígeno líquido. Estos suelen ser administrados usando una única conexión por propelente y etapa. No puedes utilizar uno de oxígeno para llenar de queroseno y tampoco uno de la primera etapa para otra. Pero puedes, en cohetes muy grandes, emplear varios puntos para llenar el cohete, aunque esto genera algunos problemas.
  • Electricidad: un cohete consume bastante de este recurso. En algunos casos, además, esta es empleada para alimentar el motor. En cohetes más convencionales, en cualquier caso, hay ordenadores, antenas de comunicaciones, cámaras. Varios elementos que requieren de esto, para reducir la masa de las baterías a bordo del lanzador, las instalaciones de tierra proveen de este componente hasta el último minuto o dos. En este punto el cohete pasa a energía interna y es un momento crítico en la cuenta atrás de un lanzamiento.
  • Datos: cada parte de un cohete está repleta de sensores que suministran información a los controladores de misión. Cuando el cohete está en el suelo, esto se hace mediante umbilicales que son meros cables de datos. Además, se envían instrucciones a través de ellos. Por ejemplo, para el armado del sistema de terminación de vuelo o para los últimos ajustes en la navegación.
  • Gases: Aunque este puede incluirse dentro de los propelentes. Los tanques de un cohete necesitan estar llenos de gases para presionar al combustible líquido contra el fondo y alimentar así los motores. Estos, igual que los combustibles que se queman en el motor, se almacenan fuera del lanzador y se transfieren mediante estas “mangueras de combustible”.

En el caso del Miura 1 el problema estuvo en los umbilicales de gases. El de helio tardó apenas 100 milisegundos más de lo que estaba previsto en soltarse del cohete. Esto causó que su separación se solapase con la de unos cables de datos, específicamente los de aviónica. Esta aparentemente es la causa de que pese a llegar a la ignición y potencia de despegue en el lapso de medio segundo entre ese momento y la liberación del cohete, el ordenador de a bordo ordenase abortar. Esté habría interpretado que los umbilicales de helio no se habían liberado y ordenó correctamente, según su programación, apagarse.

Anoche PLD Space no logró lanzar, pero es complicado no calificar la noche de exitosa. Llevar tu primer cohete a la fase de ignición del motor y que tu software responda de la manera más segura a una incidencia debe ser motivo de alegría. La solución debería pasar por ajustar en términos de milisegundos la fase de liberación de umbilicales, lo que no debería ser muy complicado para los informáticos. Por lo que es de esperar un nuevo intento de lanzamiento inminente.

Martín Morala Andrés