La segunda imagen nos muestra en primer plano parte de los paneles solares que suministran con energía al vehículo. El regolito o polvo marciano, impulsado por los fuertes vientos del planeta, se adhiere con gran facilidad a estos y reducen su eficiencia. Se requiere cierta cantidad de electricidad mínima para mantener los equipos internos en la temperatura correcta para su funcionamiento.
A la derecha destaca los restos destaca el paracaídas empleado para la segunda fase de frenado. Iba acoplado a la parte superior del cascarón de entrada atmosférica y tiene un diseñado y optimizado para velocidades supersónicas. Luego es liberado para la última fase que se realiza por sistemas de retropropulsión.