Además de ofrecer nuevos datos sobre la formación de los cúmulos de galaxias, estas observaciones también proporcionan pistas sobre las propiedades de un misterioso componente de nuestro universo: la materia oscura, que constituye aproximadamente un cuarto de la que hay en el cosmos.
Las estrellas que emiten la luz intracumular siguen el campo gravitatorio del cúmulo, lo que convierte a este tipo de luz en un trazador excelente de la distribución de materia oscura.
“El JWST nos permitirá caracterizar con una precisión sin precedentes la distribución de materia oscura en estas estructuras gigantescas y arrojar luz sobre su naturaleza última”, concluye Trujillo.