Los más ricos del mundo a por las estrellas: despega la constelación Kuiper de Amazon

Imagen del lanzamiento inaugural de Kuiper con un Atlas V
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Hoy da comienzo una de las competiciones más inesperadas de la actual era espacial. Por un lado, Amazon debe correr contra el reloj, solo tiene un año y medio para lanzar más de 1500 satélites de esta nueva constelación llamada Kuiper. Por otro lado, Kuiper abre la veda de competir a Starlink, lo que hasta ahora era un servicio casi único, y sin competencia se enfrentará en los próximos años a al menos cuatro o cinco rivales.

Grafica con el número de lanzamientos espaciales anual. Se observa una tendencia ascendente muy grande en los últimos 6 años
Gráfica de Jonathan McDowell en que se muestra el número de lanzamientos por país desde el inicio del vuelo espacial.

Y algunos aún tenemos la duda de la rentabilidad

Hay muchos factores que tener en cuenta con las megaconstelaciones, el coste de despliegue es altísimo. Primero hay que fabricar miles de satélites, algo que nunca jamás antes se había hecho en la historia. Aunque existía cierta capacidad de fabricación en serie, e incluso One Web estaba llegando a los cientos de unidades iguales, no había fabricas tan grandes.

Por otro lado, nunca ante se habían lanzado tantos cohetes, el año pasado fue el cuarto consecutivo con récord de despegues, 259. Ese número es más del doble de las cifras de 2019, 102 lanzamientos, y si miramos a las cifras de la primera década del presente siglo, no superaban el centenar.

Pero no es solo los satélites, ni los cohetes, aunque estos tienen un coste astronómico. Kuiper ha regado con miles de millones a United Launch Alliance y Blue Origin, estadounidenses y Arianespace, europeos. Los primeros fueron capaces de hacerse con la mayor parte del pastel. Algo que sorprendió a propios y extraños, porque Blue Origin es una empresa propiedad de Jeff Bezos, famoso fundador y máximo accionista de Amazon.

Encapsulado de los satélites de One Web para el próximo vuelo del GSLV MK III. Fuente: ISRO

El segmento tierra y las aprobaciones gubernamentales

La parte que se está probando mas importante con respecto a las mega constelaciones, son las objeciones de los gobiernos. Para ofrecer internet en un país, se requiere aprobación de sus órganos reguladores, que pueden poner problemas, o incluso negar el acceso. Para Starlink hay mercados a los cuales no entró hasta más de dos años después de estar operativo,  pero hay un país importante que está impidiéndolo aún hoy, al menos por el momento.

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La India tiene contratos de lanzamiento con One Web, contratos que espera expandir. Esa podría ser la razón de no permitir que Starlink se introduzca en el mercado de más de mil millones de potenciales clientes. Aún es pronto para saber si Kuiper recibirá la aprobación que se le niega a la competencia, pero no es descartable el mismo destino que para los de Hawthorne.

Por otro lado, uno de los problemas del internet satelital es que requiere de una extensa red en tierra que permita subir y descargar los paquetes de datos. Aunque, tanto Starlink como Kuiper dan un salto adelante al emplear enlaces ópticos, comunicación vía láser, satélite a satélite. Gracias a ellos, terabytes de datos fluyen alrededor de la Tierra a la velocidad de la luz saltando entre satélites y reduciendo la cantidad de estaciones en tierra necesarias. Amazon ha construido un total de 12 repartidas por todo el mundo, una en Australia, una en Alemania, varias en Estados Unidos y así por el resto de los continentes.

Satélite de prueba Kuiper en órbita
Imagen de uno de los prototipos de la constelación Kuiper en órbita. Fuente: Amazon

No es el único problema para Amazon

La constelación Kuiper se enfrenta a un problema muy grande, el tiempo. La constelación tiene que lanzar un total de 1618 satélites para julio del año que viene, y ninguno de los cohetes que emplea están especialmente probados. El Atlas V que emplea en su debut tiene los días contados. El resto de lanzamientos de United Launch Alliance los llevará el Vulcan, cuyo último vuelo pese a exitoso, incluyó la perdida de una tobera en uno de sus cohetes aceleradores de combustible sólido. Por otro lado, el New Glenn solo lleva una misión, que exitosa en su mayor parte, pero no logró recuperar su primera etapa. Por último, el Ariane 6 solo lleva dos lanzamientos, el primero de los cuales no fue un camino de rosas tampoco.

El lanzamiento de esta noche incluye un total de 27 satélites que se desplegarán en una órbita de alrededor de 500 kilómetros alrededor de la Tierra. En el lanzamiento se ha usado la versión pesada, con cinco aceleradores de combustible sólido del Atlas V.

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