El telescopio espacial James Webb captura increíbles imágenes de Neptuno y sus lunas

Complementando el estudio del sistema solar, el telescopio espacial James Web ha capturado nuevas e impresionantes imágenes del sistema neptuniano, comprendido por el gigante helado y varias de sus lunas. Aprovechando la capacidad de ver en longitudes del infrarrojo se revelan detalles que no son detectables en luz visible.

En esta imagen de la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) se logran apreciar gran número de lejanas galaxias, de diferentes formas y tamaños. Destaca frente a todo lo demás, el sistema de Neptuno y sus lunas, siendo la más brillante de ellas Tritón. En la esquina inferior izquierda aparece en foco una galaxia espiral que se estima se encuentra a cerca de 1 200 millones de kilómetros. Créditos: NASA / ESA / CSA

Un distante mundo helado

Neptuno es el planeta más lejano, encontrándose a cerca de 30 veces la distancia entre la Tierra y el Sol, su existencia fue predicha Le Verrier y posteriormente descubierto usando telescopios en 1846 por Gottfried Galle y Louis d’Arrest. Dada su ubicación hay grandes dificultades en poder observarlo con detalle usando observatorios espaciales o en tierra, para obtener imágenes en alta calidad hizo falta esperar a un sobrevuelo directo de la sonda interestelar Voyager 2.

A diferencia de los gigantes gaseosos, Neptuno es un gigante helado, es decir, esté cuenta en su composición elementos más pesados que el hidrógeno y helio, algunos de estos le otorgan aquel característico color azul en imágenes de sondas espaciales y fotografías tomadas en luz visible por el Hubble.

Primer plano

En las altas capas de la atmósfera de Neptuno se perciben dos fenómenos interesantes, el primero de ellos son manchas de mayor brillo, estas son nubes a gran altitud de hielo de metano que reflejan gran cantidad de luz en las longitudes de onda observadas por Webb antes de que sea absorbida por el metano gaseoso, el cual sirve como el otro fenómeno donde la luz es capturada y emitida en otros colores que no pueden ser vistos por el telescopio.

Fotografía y etiquetas de Neptuno y siete de sus lunas observadas gracias al instrumento NIRCam Créditos: NASA / ESA / CSA

En el ecuador del planeta se logra apreciar una brillante y larga línea blanca, esta es una muestra del efecto de circulación que se encarga de suministrar energía a los vientos y tormentas. Aquel flujo de gases calienta de manera significativa y por ende emite con mayor intensidad en la longitud de ondas del infrarrojo.

Alrededor del planeta, se pueden observar siete de sus catorce lunas conocidas, seis de ellas se encuentran casi pegadas a él, mientras que la mayor de ellas, Tritón, destaca sobre todas las demás por mostrarse como un punto de luz muy brillante y notablemente difractado por la forma del espejo primario y los soportes del secundario.

Fotografía de Neptuno y siete de sus lunas vistas en infrarrojo por el instrumento NIRSpec. Créditos: NASA
Fotografía de Neptuno y siete de sus lunas observadas gracias al instrumento NIRCam Créditos: NASA / ESA / CSA

También son fácilmente visibles una serie de anillos que orbitan a Neptuno, estos están compuestos principalmente por finos fragmentos de polvo, con grandes proporciones de hielo mezclado con compuestos orgánicos que reflejan muy poca luz, lo que hace difícil su observación directa empleando telescopios que trabajen en luz visible, a diferencia de James Webb que cuenta con la capacidad de ver en infrarrojo.

Tritón

Tritón es un mundo con 2 707 kilómetros de diámetro, recubierto principalmente por un cascarón de nitrógeno congelado capaz de reflejar cerca de un 70% de la luz incidente, bajo el cual se cree puede existir un océano de nitrógeno líquido. A diferencia de lo que se creía, este cuerpo gélido resulto ser geológicamente activo, al contar con números géiseres que expulsan los fluidos internos. Estas mismas emisiones de material interno aporta a formar y mantener una muy delgada atmósfera de nitrógeno.

Fotografía de la principal luna de Neptuno tomada en el sobrevuelo de la sonda Voyager 2 en 1989. Tritón es un mundo cubierto por un cascarón de nitrógeno congelado

Se encuentra en una órbita retrógrada, es decir, su traslación es en dirección contraria al sentido de rotación del planeta, por lo cual se cree originalmente era un cuerpo libre en el cinturón de Kuiper hasta ser atrapada por la gravedad de Neptuno.

En los próximos años podemos esperar un estudio más a detalle de la dinámica de la atmósfera superior del gigante helado, basadas en observaciones en conjunto de los telescopios espaciales James Webb y Hubble. Al igual que existe en planeación una misión a orbitar al abandonado planeta.