Aunque el escenario más probable apunta a una superficie rocosa sin atmósfera, no se descarta un modelo más complejo con dióxido de carbono y brumas
“Los planetas alrededor de estrellas enanas frías son ideales para investigar atmósferas por primera vez”, explica Elsa Ducrot, del Commissariat aux Énergies Atomiques de París. Las brumas, similares a las de la luna Titán, podrían generar una inversión térmica que explica el comportamiento inusual del CO2 observado.