La catástrofe de Valencia desde el espacio

Las imágenes por satélite de la emergencia provocada por la DANA en Valencia dan una perspectiva única tanto a su extensión como a sus daños. Después de la primera imagen, de baja resolución, enviada por el satélite Landsat de la NASA ahora es el sistema Copernicus quien lleva el peso de enviar la información. En los últimos días, varios sobrevuelos de satélites de alta, media y baja resolución se están volcando en mapas creados de la noche al día y que están permitiendo cuantificar el área afectada.

La primera imagen Landsat de las inundaciones de la #Dana de #Valencia procesadas por @ALSOSpace_. Fuente: @GIS_and_Beers en Twitter

La cantidad de tierra y lodo que está llegando al Mediterráneo será causa de preocupación cuándo la emergencia reduzca su intensidad en tierra firme. Este mar ya se está viendo perjudicado gravemente por el cambio climático, y su frágil equilibrio recibe un nuevo golpe en forma de un gran número de sedimentos. El aporte de sedimentos del interior es un proceso natural constante, el problema es su cantidad y que debido a las riadas, les acompañan muchos contaminantes. Hay vehículos de todo tipo, productos químicos de distintas industrias que están llegando de forma incontrolada al agua, y este proceso no parará en algunos días.

Una de las imágenes más detalladas proviene del Sentinel 1, al no verse afectado por la presencia de nubes gracias a su radar. Estas imágenes se componen emitiendo muchos haces de partículas desde antenas relativamente pequeñas. Esto permite obtener imágenes más nítidas, solo posible con emisores que muchas veces no podrían equiparse en satélites. La resolución es insuficiente para atisbar objetos únicos como coches, pero la amalgama en la que se han convertido las calles queda clara al ser indistinguibles.

Del mismo satélite llegó el primer mapa desarrollado por el equipo de respuesta a emergencias del programa Copernicus. Que gracias a estar financiado con fondos europeos permite el acceso a la información recopilada de forma gratuita al gran público. En él se puede observar las zonas inundadas a fecha del 1 de noviembre. 

Las zonas señaladas en azul claro son aquellas que seguían inundadas el día 1. Fuente: Copernicus

Sin embargo, es más preocupante la imagen que mostraba ayer un nuevo mapa actualizando la información del anterior donde se señala que muchas zonas seguían aún inundadas el día 3 de noviembre.

Mapa de inundaciones actualizado al día 3. Fuente: Copernicus

Sin embargo, las imágenes de sustancial mayor resolución obtenidas por el Sentinel 2 permiten obtener otra imagen de las inundaciones. Aunque centrado en la obtención de imágenes en el espectro visible (como nuestros ojos ven el mundo) escogiendo solo ciertas bandas de absorbancia, se puede obtener más información. En este caso, las (B8A – B11)/(B8A + B11) se obtiene de la humedad en la vegetación. En este caso, por el contrario, permite averiguar donde está el lodo comparándola con las imágenes de semanas anteriores.

A la izquierda la imagen previa a las inundaciones, mientras que a la derecha se ve las imagen del estado actual de la zona. Los colorees más claros indican zonas más secas, parece contradictorio sin embargo los lodos se observan como más secos en estas bandas de absorción. Fuente: Copernicus y Martín Morala Andrés

Por último, el programa ha recurrido a satélites privados de la empresa Maxar, considerada la mejor del mundo por su calidad y resolución. Estos funcionan exclusivamente en el espectro visible, pero con unos detalles cercanos a los obtenidos por los usados por los ejércitos, en algunos casos, incluso mejores. 

Lamentablemente, el satélite español Paz no está distribuyendo imágenes al público, aunque las autoridades sí disponen de ellas. Sin embargo, todos los mapas e información producidos por el programa europeo de satélites están disponibles en esta web. Sirva este artículo también para recordar que hay lugares a los que sin el espacio, no se podría acceder, gracias a estas imágenes, ya están cuantificadas las viviendas afectadas, agilizando el reparto de ayudas. Además de permitir a los equipos de rescate saber qué lugares son accesibles desde donde. Y aunque sus tiempos de respuesta a veces no sean los mejores, siempre llegan.